Estados Unidos aprobó una vacuna del grupo Valneva contra el chikunguña, la primera contra esta enfermedad viral presente en la región de América que se propaga por la picadura de mosquitos.
Los síntomas más comunes de la infección son fiebre y dolor en las articulaciones, pero también puede causar sarpullido. El dolor severo en las articulaciones dura unos días, pero puede persistir durante meses o incluso años.
El chikunguña “es una amenaza emergente para la salud mundial, con al menos 5 millones de casos de infección” por el virus registrados durante los últimos 15 años, informa la FDA.
El mayor riesgo de infección se encuentra en las regiones tropicales y subtropicales de África, el sudeste asiático y desde finales de 2013 en partes de América.
“La infección por el virus chikunguña puede provocar enfermedades graves y problemas de salud prolongados, especialmente en personas de la tercera edad e individuos con problemas médicos subyacentes”, explica Peter Marks, director del Centro de Evaluación e Investigación de Productos Biológicos de la FDA, citado en el comunicado.
La vacuna se inyecta en una dosis y contiene una versión atenuada del virus chikunguña, una técnica usada con frecuencia.
Los principales efectos secundarios son dolores de cabeza o musculares, fatiga e incluso náuseas y en pocos casos se han observado reacciones más graves, afirmó la FDA.
Dos participantes en el ensayo clínico que recibieron la vacuna tuvieron que ser hospitalizados.
Hasta la fecha no existía una vacuna o tratamiento con medicamentos antivirales para esta enfermedad, cuyo nombre procede de la lengua africana makonde y significa “doblarse por el dolor”.
La única forma de evitar el chikunguña, descrito por primera vez durante un brote en el sur de Tanzania en 1952, era utilizar repelentes de insectos.
Para transmitirse el virus necesita un vector, que es el mosquito, y solo se puede padecer la enfermedad una vez, tras lo cual la persona desarrolla inmunidad de por vida, explica la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en su página web.
Las madres que tienen chikunguña durante el embarazo “no transmiten el virus a sus bebés” pero se tiene constancia de casos de transmisión materna al recién nacido cuando la madre tiene fiebre justo días antes o en el momento del parto, añade.
Valneva también ha presentado una solicitud de autorización ante la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).