El andamiaje colectivo que jugadores y cuerpo técnico estaban buscando llegó en el momento justo. El Japonés le ganó a su par correntino 89-70 y es líder de su conferencia en la Liga Federal
Más allá del buen momento de Tokio en la Liga Federal de básquet, el partido de anoche tenía que mostrar un plus. El plus de una mejoría que se estaba buscando y que, al fin, llegó. El Japonés mostró un buen andamiaje colectivo, venció a Colón de Corrientes 89-70 por la 8° fecha de la conferencia Norte y, dato no menor, se consolidó como único líder de la zona 2. El único representante misionero en la tercera categoría del básquet nacional fue de menor a mayor ante su par correntino.
Tras un inicio parejo, el quinteto visitante sacó una leve ventaja de 5 puntos gracias a la efectividad de un encendido Castagno, que además contó con el buen acompañamiento de Cárdenas y Vallejos, que comenzaron a imponer el ritmo del partido. En el dueño de casa de a poco fue tomando protagonismo Krapp, un jugador que viene en franco ascenso partido a partido.
El que no desentonó, una vez más, fue el experimentado Daniel Tabbia, uno de los referentes del equipo que colaboró en la causa para que el rival no tome ventajas. No obstante, Colón marcó una leve supremacía que le permitió ganar el primer parcial 24-22. Tabbia justificó su chapa de MVP y con dos bombas de tercera dimensión empezó a torcer el desarrollo, mientras que Rodríguez Seu no quiso ser menos y con tres conversiones clave hizo delirar el Templo japonés.
Más allá de que el rival siguió presionando y no le hizo las cosas fáciles al local, Tokio aprovechó el aporte de Barrios y se fue al descanso largo 42-38 arriba. En la reanudación del juego el partido fue favorable a Tokio, que con autoridad y determinación encaminó el desarrolló a su favor.
Juan Cruz Krapp se constituyó en un verdadero dolor de cabeza para un equipo correntino que nunca le encontró la vuelta. Ponissi empezó a rotar, los pibes Ayala y Silvestrini contribuyeron con lanzamientos externos y el dueño de casa comenzó a liquidar paulatinamente el pleito.
Los 16 puntos de diferencia que sacó el Japonés al final del tercer cuarto marcaron el buen momento técnico, físico y sobre todo anímico de uno y otro, mientras que el epílogo sirvió para afianzar ideas, amalgamar una fisonomía de juego y mirar con mucho optimismo lo que depara el futuro. El presente por ahora le sonríe.
Fuente: El Territorio (Fernando Galarraga)