Ante los hechos de violencia en Campo Viera, el Padre Szyszkowski, pidió “responsabilidad y acompañamiento de los jueces”


En comunicación con Radio TupaMbaé, el Párroco de “San José Obrero” Pbro. Néstor Fabián Szyszkowski, habló sobre la solicitud de los habitantes de Campo Viera, en una marcha que se realizó el sábado, en relación a los hechos de violencia ocurridos en los últimos días en dicha localidad misionera.

La marcha, realizada este fin de semana, estuvo acompañada por un pedido de cese a los actos de violencia, ocurridos en los últimos días. “Lo que queremos es volver a tener paz en Campo Viera. No estar toda la mañana, tarde y noche, con bombos sin poder descansar”, pronunció Szyszkowski.

En relación a los hechos de violencia ocurridos frente a la Municipalidad de Campo Viera, el sacerdote contó a «La Creíble»: “Sufrimos una escalada de violencia muy alta. Tanto los cortes de ruta como las manifestaciones públicas vienen desde hace mucho tiempo. No eran pacíficas, pero no había tanta violencia. La gente estaba muchas veces con el rostro tapado, con palos, con piedras».

En sentido, explicó que esta situación “altera mucho el clima. El tener que ver a gente caminando con palos, con garrotes, y que se te paren frente al auto, significa que no es un signo pacífico y menos si están con la cara tapada. Así, fueron frente a la municipalidad para intentar entrar, y la municipalidad es la casa del pueblo», advirtió.

En referencia a un posible recibimiento de la municipalidad, a los manifestantes, el Padre Szyszkowski analizó: “Creo que nadie en su sano juicio podría recibir a un grupo de personas que vienen gritando, con palos, con piedras y con el rostro tapado, cuando quieren ingresar a cualquier casa”.

«La violencia fue muy grande de parte de los manifestantes, sabiendo que más del 50 por ciento no era ni siquiera de Campo Viera. Vinieron de otros municipios, inclusive de Ruta 12, sin intención de diálogo, sino para manifestarse de una manera muy violenta», añadió.

Al mismo tiempo, recordó que “el intendente comunicó que ni siquiera él sabía qué querían, y que no iba a dar el brazo a torcer, porque siempre se les atiende. Soy testigo que son recibidas todas las personas que van de manera ordenada, de manera pacífica, para hablar con el intendente o con los municipales y se trata de dar una respuesta siempre”.

Además, el sacerdote expuso que “el intendente de Campo Viera, Germán Bruguer, ya lo había dicho públicamente: ´que cuando hay una manifestación así de este estilo o que van con bombos y con palos, no los iba a recibir´. La verdad es que no hubo ningún ingreso de pedido de nada, de mesa de diálogo; no hubo nada. Ni siquiera había un pedido formal para ver qué es lo que quería esta gente».

«A la gente, se le dio terreno, alimentos, herramientas y siguen pidiendo y cada vez con más violencia. Entonces, ese día tuvo que intervenir la policía para que no entren: empezaron a tirar piedras, a paliar a la policía, que le tiraron combustible también. Ahí, fue cuando todo pasó a mayores, porque era cuestión de que alguien tire un fósforo y se quemaba todo el personal policial», recordó.

Respecto de si hubo hechos violentos cercanos a la parroquia, el Padre mencionó: “Suelen reunirse cerca de la parroquia, pero no. Con la parroquia no han hecho nada, todavía. Pero no podemos esperar a que esto siga tampoco».

Como respuesta a estos hechos, el pueblo quiso manifestarse en una marcha pacífica que se hizo el jueves pasado a la tarde, primero. Y el sábado a las 16 horas se realizó una marcha pacífica con mucha gente, manifestando que «no queremos a estos grupos en el pueblo, y que queremos vivir en paz, en cordialidad».

En esta misma línea especificó: «Somos un pueblo chiquitito de 15 mil personas, donde todas las familias se conocen, donde se saludan todos. Inclusive cuando alguien está enfermo, se trata de asistirlo en todas las necesidades. Es un pueblo muy pequeño y unido, y que vengan a pasar estas cosas o que le pase a uno, nos golpea a todos».

Ante la consulta de cuál es la razón de que estas personas que no son de Campo Viera, se hayan ido a manifestar en ese lugar, dijo: “Ni siquiera sabemos eso. Pero sí tenemos que hacer mea culpa todos, porque veíamos que se venía complicando y no hicimos nada. Un pueblo dormido, que ahora se despertó después de unos golpes. Tenemos que ser responsables que vinieron acá, porque todavía no se los había corrido, así fácil».

 

La realidad social en Campo Viera

Al respecto, el Párroco de “San José Obrero”, expuso: «Sabemos que hay una crisis y una hiperinflación a nivel nacional, entonces esto afecta absolutamente a todos los estamentos sociales. Ciertamente hay varios merenderos, pero por ejemplo el movimiento MTR, que es financiado con plata directamente que viene de Buenos Aires por las agrupaciones, ellos reciben dinero, planes sociales, que ni siquiera llegan a la municipalidad, sino que les llegan directamente a ellos».

En este sentido, agregó: «Les dan a los cabecillas de estos movimientos y el cabecilla se queda con la tarjeta de las personas; cobra y se queda siempre con un porcentaje. Y si no van a las marchas sociales, no les da el sueldo. Se les toma lista, y a cada uno que está presente, le dan la bolsa de mercadería y así los obligan a marchar. También es una realidad que, hasta su propia gente los obligan y los utilizan, para sus fines sociales que no siempre son muy claros».

 

La mirada de la Iglesia ante los hechos de violencia 

En relación al comunicado por parte del obispado de Oberá, el Pbro. Néstor Fabián Szyszkowski, dijo: “Siempre la Iglesia trata de abrir las puertas para poder llamar al diálogo. Desde el primer momento me puse a disposición, tanto de MTR como de la Municipalidad, para generar un espacio de diálogo intermedio, pero no hubo respuesta alguna. Ciertamente la municipalidad, siempre está atenta y con la mesa de diálogo disponible, pero nadie vino a presentarse para dialogar».

“En los últimos días, manifestantes encapuchados y armados de palos y piedras frente del edificio de Municipalidad de Campo Viera, pusieron en riesgo la integridad física de las personas y la paz social de la comunidad”, reza el comunicado.

A raíz de este hecho, El Obispado de la Diócesis de Oberá con la firma de Mons. Damián Santiago Bitar, expresó su “rechazo, a toda manifestación que incite o genere violencia de cualquier orden y que afecte el bien común de la sociedad”.

En el comunicado, Bitar expone que “sólo el diálogo sincero y el respeto por la Ley, son caminos legítimos para la búsqueda de soluciones justas y duraderas”.

En referencia, el Pbro. Néstor Fabián Szyszkowski analizó que lo vivido en los últimos días, «fue una manifestación muy fuerte, violenta; podemos decir, casi terrorista. Porque los encapuchados, con piedras, con palos, venían a sembrar el terror a nuestra comunidad”. Según testimonios de los lugareños, “hay una escuela pegada a la municipalidad a donde llegaron algunas piedras y los chicos se escondían debajo de las mesas. Además, hubo padres que tuvieron que dejar su trabajo de manera urgente y sin aviso, con peligro de apercibimiento, para ir a rescatar a sus hijos de la escuela. Fue un momento bastante caótico en general para toda la sociedad».

También, refirió que “MTR no se va a hacer cargo de los daños que hizo. Sino que esto, tanto los vidrios como las puertas, la pintura, lo que quemaron, todo, se hace cargo la propia municipalidad con plata de la sociedad. Somos todos los que terminamos pagando lo que algunos vienen a romper, a dañar. Gracias a Dios no salió nadie herido de gravedad, pero la policía tuvo que utilizar un poco de fuerza con balas de estruendo para correrlos y para que no les prendan fuego».

 

En Campo Viera marcharon para pedir el acompañamiento de la justicia

Sobre el pedido a la justicia, el sacerdote indicó que «una de las cosas que pedimos, es la responsabilidad y el acompañamiento de los jueces. Porque es sabido por todos, que hay muchos que ya que entraron por una puerta y salieron. Hay muchos casos de violencia, hechos delictivos, donde los delincuentes entran por una puerta y salen por otra».

«Sería injusto que después del actuar de la policía y de poner en riesgo todo su trabajo, que el delincuente esté al siguiente día, afuera, burlándose de las propias fuerzas. No nos parece justo después de tanta violencia».

«Igualmente pedimos a los jueces que tomen esto con responsabilidad para que verdaderamente estas personas paguen lo que han hecho y no se vuelva a repetir», remarcó.

«Es importante aclarar que no hubo represión. Hubo defensa propia, defensa de la vida del personal policial. No hubo persecución sino que, con balas de estruendo, se logró hacer que se alejen para poder sacar al personal policial que estaba comprometido con combustible y se pudo controlar la situación».

A su vez subrayó: «Lo que queremos es volver a tener paz en Campo Viera. No estar toda la mañana, toda la tarde y noche, con bombos, sin poder descansar. Hay personas que tienen algunos problemas físicos, mentales y viven cerca y tienen que estar soportando todos estos ruidos, los cuales no son para nada agradables. Aparte la mugre, la mala condición que dejan todos los lugares donde van pasando, también es notable».

«Queremos paz, volver a vivir en armonía y que las cosas que se tienen que arreglar, se hagan a través del diálogo, para poder buscar caminos de unidad y que absolutamente todos, puedan recibir lo que merecen, y la ayuda que necesiten, las agrupaciones y los movimientos», agregó.

Acerca de la cantidad de manifestantes, señaló que “eran 40 personas más o menos, entre mujeres embarazadas, niños, jóvenes y adultos, que son los que encabezan todo y desde atrás van guiando.  Siempre, las puertas, tanto de la institución eclesial como de la institución municipal y policial, están abiertas. El tema es que a terroristas, jamás se puede dejar entrar a la casa».

Por último, el Párroco de “San José Obrero” Pbro. Néstor Fabián Szyszkowski, expresó que «desde la Iglesia estamos a disposición para el diálogo y para el acompañamiento». Además, mencionó que «la Iglesia, siempre se compromete en la labor social en la que estamos muy metidos, para poder acompañar a los que menos tienen y poder ayudarlos a salir de las situaciones dramáticas en las que a veces viven”, concluyó.