Alcohol cero al volante: una política que requiere compromiso social y familiar


Las cifras de accidentes e incidentes viales en la provincia de Misiones son cada vez más preocupantes, y gran parte de ellos estaría vinculado al consumo de alcohol al volante. Para analizar esta problemática, Nuestras Mañanas entrevistó a la Dra. Bettina Balbachán, jueza del Tribunal de Faltas N º 3 de Posadas y especialista en políticas de alcohol cero.

“Lamentablemente, la sociedad reacciona solo ante lo trágico, y luego todo vuelve a la rutina”, reflexionó Balbachán. La jueza subrayó que la política de alcohol cero implica la prohibición absoluta de conducir tras consumir alcohol, y que esta medida debe abordarse desde un enfoque cultural y educativo, no solo legal.

Escuchá la entrevista con la Dra. Bettina Balbachán sobre seguridad vial en Radio Tupambaé:

Balbachán explicó cómo el alcohol altera la percepción del riesgo: “Se pierde la capacidad de reconocer una situación peligrosa y actuar en consecuencia. Esto afecta la atención, el juicio, la coordinación y el tiempo de reacción. Incluso la euforia puede distraer, pero con alcohol la distorsión es total”.

La especialista se refirió al reciente accidente ocurrido el 26 de octubre, en el que el conductor involucrado presentaba un nivel de alcohol en sangre superior a tres puntos y atravesaba un “combo emocional” complejo, incluyendo pensamientos autodestructivos. “El alcohol potencia estas situaciones, disminuyendo la autocrítica y fomentando decisiones impulsivas”, señaló.

En cuanto al cumplimiento de la normativa, la jueza destacó que muchas personas intentan evadir los controles a través de grupos de WhatsApp o estrategias similares, y que la problemática comienza en el ámbito familiar. “Hay una hipocresía social: públicamente condenamos al conductor alcoholizado, pero en lo privado se sostienen estas conductas. El cambio debe empezar en casa”, indicó.

Balbachán enfatizó que la educación temprana y el ejemplo familiar son fundamentales. “Cualquier cantidad de alcohol altera las funciones básicas de coordinación. La conducción es compleja y requiere evaluación constante del entorno. Las señales viales no son sugerencias: fueron diseñadas para protegernos”, explicó.

La jueza también destacó la importancia de internalizar la norma como propia y no verla como una imposición externa. “Debemos adoptar conductas más solidarias y conscientes de que lo que hacemos vale, que no somos invulnerables al alcohol”, dijo, al tiempo que recordó que otros comportamientos riesgosos, como excesos de velocidad o adelantamientos indebidos, también deben ser abordados desde la educación y la prevención.

Finalmente, Balbachán anunció que participará en jornadas de capacitación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde especialistas y representantes de los poderes ejecutivo y judicial discutirán estrategias para reducir el consumo de alcohol al volante y promover la seguridad vial. Además, resaltó la necesidad de cuestionar construcciones sociales tradicionales, como la expectativa de que el hombre conduzca tras una fiesta, incluso si la mujer no ha consumido alcohol.

La doctora Betina Balbachán concluyó que el abordaje del alcohol cero y la seguridad vial requiere un esfuerzo integral: políticas públicas efectivas, educación, ejemplo familiar y un cambio cultural que internalice la norma para proteger la vida propia y la de los demás.