«Boca es Boca, lo único que importa es Boca y por Boca se hace todo”. La locura por la final de la Copa Libertadores 2023 es total y así lo viven Darío y Leandro, dos hinchas que van rumbo a Río de Janeiro en medios no muy convencionales para un viaje tan largo: el primero en «La Romántica», su bicicleta, y el segundo caminando.
Darío Chaile es peluquero, oriundo de la ciudad de La Plata, y partió desde su casa de Gonnet el miércoles 25 de octubre a bordo de «La romántica», una bicicleta ploteada con los colores azul y oro.
“Empecé este viaje a las 4 de la mañana, en medio de una locura, donde agarré las cosas y salí. Salí de Gonnet y de ahí me fui moviendo en tren. Sueño con estar en la final entre Boca y Fluminense”, relató en su perfil de Instagram.
En la última historia publicada por Chaile, el hombre pidió ayuda a otros hinchas de boca que estén rumbo a Río de Janeiro porque una jornada de mucho viento no le permite avanzar con la suficiente velocidad. «Aquellos fanáticos que vayan en camioneta tengan en cuenta el pedido», dijo.
En una de las tantas paradas que hizo Chaile en el camino, un grupo de trabajadores de la tierra, ya en territorio brasileño, le ofrecieron un lugar para descansar y le compartieron un mate.
«¿Se lee ahí? Florianópolis 1.048 kilómetros, Rosario do Sul 619. Y la sombrita, la romántica y yo. La ruta semivacía, como mi vida sin vos… «, contó el hincha en otro de sus posteos que describen el viaje que está realizando, cada día con una camiseta de boca diferente.
A pesar de toda la buena voluntad y el estado físico para realizar la hazaña, hubo oportunidades en las que Chaile tuvo que hacer dedo porque el mal clima no le permitía continuar. «Buenas tardes! Acá haciendo la carona, acá le dicen la carona a hacer dedo. Mucho calor para andar en bicicleta, hoy salí a las 6 de la mañana e hice un tramo de casi 6 horas. Estoy ahora en Alegrete», compartió a sus seguidores en otro posteo.
Leandro Fortunato es otro de los que emprendieron una odisea para poder ver la final de Boca frente a Fluminense. Su objetivo fue llegar, aunque pueda parecer imposible, caminando. Y lo logró: este martes subió una foto en las playas de Copacabana.
Pero el camino no fue fácil. «Buenos días, les cuento que esta proeza se está tornando cada vez más difícil, hay muchas rutas que no se pueden caminar porque están anegadas. Llegué y la saludé a mi señora por el día de la madre. Hay que llegar a Río y después se verá lo que haré con mi vida. Lo voy a seguir intentando, si hay que cruzar caminando por un río, lo voy a cruzar,» contó Fortunato en uno de sus primeros posteos.
En el camino tuvo que parar varias veces, en distintos lugares, tuvo que lavar ropa e improvisar puntos de descanso. En sus redes también contó que había dejado en su casa de Buenos Aires a su mujer y a su pequeña hija, a quienes extrañaba.
También tuvo que sortear varios tramos donde las condiciones climáticas estuvieron complicadas, con partes de la ruta anegadas donde la policía no le permitió continuar a pie. «En una estación tuve que pasar caminando con 20 centímetros de agua arriba de los tobillos durante 20 kilómetros, fue muy duro», detalló.
«No los quiero emocionar, yo estoy más emocionado que todos ustedes, pero allá atrás, atrás de todo eso, está Río de Janeiro. Dos kilómetros, nada más,» contó con emoción cuando por fin llegó muy cerca de su objetivo.
Una vez alcanzada la meta, un grupo de argentinos de La Plata, Villa Elvira y El Dique, con quienes se encontró en la playa, le regalaron anteojos de sol y ojotas para mejorar un poco su estadía en esta ciudad.
En total, se calcula que cerca de 100 mil hinchas de Boca arribarán a Río para el día del partido, por eso las autoridades de seguridad ya establecieron algunas normas: Ley Seca en la zona de la cancha y posible juntada de hinchas boquenses en el Sambódromo./TELAM