A los 50 años, Mariano Raffo buscará récords internacionales en powerlifting


Argentina tendrá representantes de peso en el Iberoamericano de powerlifting organizado por la federación WRPF. Mariano Raffo y Fernando Alcántara viajarán a Colombia del 26 al 28 de septiembre para competir y, en el caso de Raffo, intentar marcar récords históricos en su categoría.

A sus 50 años, Raffo se prepara con disciplina absoluta. Cada jornada de entrenamiento dura cerca de tres horas, enfocadas en los tres ejercicios que definirán la competencia: sentadilla, banco plano y peso muerto. Aunque su ritmo durante las prácticas es intenso, su voz se vuelve tranquila y casi tímida al hablar sobre su entrenamiento, revelando un contraste entre su fuerza física y su carácter reservado.

“Hoy me pesé y estoy en 83 kg. Estoy hace semanas deseando una medialuna”, confiesa Raffo, con humor, mientras se prepara para levantar pesos que podrían dejar huella en la historia del powerlifting. Su objetivo en Medellín será levantar 220 kilos en sentadilla, 120 en banco plano y 260 en peso muerto, en la categoría Masters 2 (-82.5 kg).

Raffo descubrió el powerlifting hace apenas cuatro años, tras un periodo de entrenamiento de fuerza guiado por su entrenador Juan Cruz. “La primera competencia fue hace tres años en La Rural, y la gané. Este año repetí en el Nacional y me invitaron al Iberoamericano”, recuerda emocionado. Su trayectoria demuestra que nunca es tarde para iniciarse en un deporte de alto rendimiento.

Además de su rutina deportiva, Mariano mantiene una vida laboral intensa: trabaja en una metalúrgica, desde donde organiza sus entrenamientos y la planificación de su alimentación diaria, apoyado por su esposa y por la supervisión constante de su entrenador Ezequiel Millet, quien compagina su rol con la preparación de fuerzas especiales.

Raffo reconoce que antes de conocer el powerlifting su vida era muy acelerada y su salud se veía afectada. “Empecé crossfit para bajar los decibeles, pero cuando encontré esto de la fuerza y de competir, me entusiasmé”, explica.

Con la mirada puesta en Medellín, Raffo no solo busca dejar marcas en la competencia, sino también desafiar los prejuicios sobre la edad y la fuerza. “Empecé a los 46 y ahora, pasados los 50, sueño con llegar a un Mundial”, asegura.

El Iberoamericano será una prueba de disciplina, constancia y pasión, donde Mariano Raffo buscará demostrar que la fuerza y la determinación no conocen límites de edad.