“Alta Bici”: de una restauración a una cadena solidaria que repartió 78 bicicletas en Andresito


Lo que comenzó como la restauración de una bicicleta terminó convirtiéndose en una movilización solidaria de alcance nacional. La iniciativa, impulsada por Fabián Bautista, docente e influencer de Andresito, logró reunir 78 bicicletas que fueron entregadas a niños de la localidad y de otras provincias.

Todo empezó con la reparación de la bicicleta de Mateo. Bautista compartió el proceso en redes sociales y el video se viralizó, generando ofrecimientos espontáneos de donaciones desde distintos puntos del país. Entre ellos, la contribución destacada de Estela, una vecina de Buenos Aires que donó 16 bicicletas nuevas que tenía almacenadas tras cerrar su comercio.

“Alta Bici surgió como continuación de la restauración de la bici de Mateo. Queríamos que más niños pudieran recibir la alegría de una bicicleta, y aprovechamos la generosidad de la gente para ampliar el alcance”, explicó Bautista.

Una red de solidaridad

Desde su inicio, la iniciativa superó la meta inicial de 50 bicicletas, enfocándose no solo en la cantidad, sino en fomentar solidaridad, empatía y compromiso social. Personas de distintas localidades se sumaron de diversas formas: donando bicicletas nuevas o usadas, aportando dinero, ofreciendo descuentos, colaborando en la logística o realizando reparaciones.

Entre los participantes se destacaron: Alejandro Staud, encargado de la puesta a punto de unas 30 bicicletas; Esteban y Analía, que colaboraron de manera presencial; Carlos, desde República Dominicana, con aportes económicos; y vecinos que ofrecieron alojamiento y transporte. También se sumaron comercios locales, como la Mueblería Mabi, que ofreció descuentos y donó bicicletas nuevas para sorteos.

Un impacto que se expande

El conteo final incluyó las bicicletas restauradas originalmente, las donadas a los hermanos de Mateo, y rodados adicionales destinados a necesidades especiales, alcanzando un total de 78 bicicletas. Entre ellas, se entregó una tricicleta a Mati, un niño con epilepsia refractaria de Posadas.

Bautista destacó que las bicicletas llegaron en distintos estados y que muchas requirieron acondicionamiento. “Nuevas hubo muchas, donadas o compradas con donaciones. Pero también hubo usadas en buen estado o restauradas”, indicó.

Proyección y continuidad

Para el organizador, la experiencia dejó un balance positivo. Además del impacto inmediato en los niños y sus familias, la movida permitió fortalecer la organización y sumar voluntades. De cara a 2026, Bautista planea crear una fundación para transparentar aún más las actividades de Alta Bici.

La iniciativa sigue activa a través de sus redes sociales (@fabianbautistaok) y no se limita únicamente a la entrega de bicicletas. Familias de Santa Fe, por ejemplo, enviaron regalos para comunidades guaraníes, incluyendo cartas y paquetes que fueron recibidos como un gesto histórico.

“Hay muchas formas de colaborar: desde donaciones de dinero, objetos, servicios o apoyo logístico. Todo suma”, concluyó Bautista, quien atribuye el origen de la movida a un propósito solidario que se manifestó de manera inesperada, pero que hoy tiene un alcance tangible en la vida de muchos niños.

Fuente: El Territorio
Foto: Fabián Bautista