Nochebuena: la mesa como espacio de fe, gratitud y encuentro familiar


En Argentina, la Nochebuena se celebra como un momento de unión familiar, reflexión y fe. Más allá de los preparativos y los platos típicos, la cena se convierte en un espacio donde se renueva la esperanza y se agradece por el año que transcurrió. Para las familias católicas, este momento está acompañado por un gesto central: la bendición de la mesa.

Antes de compartir los alimentos, muchas familias se reúnen para recordar que la verdadera celebración está en el encuentro, la solidaridad y la fraternidad. “Es un momento de paz y de agradecimiento, donde reconocemos las bendiciones recibidas y pedimos fuerza para seguir siendo justos y generosos”, comenta María López, coordinadora de pastoral familiar en Buenos Aires. La tradición resalta valores como la amistad, la gratitud y el cuidado mutuo, mientras se invoca la protección de Dios sobre cada hogar y sobre el país.

En cada mesa de Nochebuena, la fe se hace presente en gestos sencillos pero cargados de significado: la oración, el compartir y la atención a quienes nos rodean. Así, la cena no solo celebra la llegada de la Navidad, sino también la luz que cada persona puede aportar a su familia y a la comunidad.

Oración para bendecir la mesa de Nochebuena

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Bendice, Señor, nuestra mesa en esta noche de Luz.
Quienes vamos a cenar celebrándote,
sabemos que la fiesta eres Tú que nos invitas a nacer siempre de nuevo.
Gracias por el pan y el trabajo, por la generosidad y la esperanza.
Llena nuestra mesa de fuerza y ternura para ser personas justas,
llena de paz nuestras vidas y que la amistad y la gratitud alimenten cada día del año.
Tú eres bendición para nosotros, por eso,
en esta noche fraterna, bendice la tierra toda, bendice nuestro país.
Bendice esta familia y esta mesa.
Bendícenos a cada uno de los que estamos aquí.
Que así sea. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.