Aunque no hay casos en el país, el aumento de contagios en Europa impulsó planes de contingencia y refuerzos en la vacunación.
Argentina no registra hasta el momento casos confirmados ni circulación de la variante K de la gripe A (H3N2). Sin embargo, el crecimiento de contagios en Europa, Asia y América del Norte —con el Reino Unido entre los países más afectados— encendió señales de alerta en distintas provincias, que comenzaron a reforzar la vigilancia epidemiológica y las estrategias de prevención.
Si bien se trata de una variante que no muestra mayor gravedad clínica, especialistas advierten que su alta transmisibilidad podría poner bajo presión a los sistemas de salud, especialmente en contextos de baja cobertura de vacunación y en grupos vulnerables.
En Córdoba, el Ministerio de Salud provincial y la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) conformaron un comité de expertos para anticipar escenarios. El plan incluye el refuerzo de la vacunación contra influenza, Covid-19 y virus sincicial respiratorio, la gestión anticipada de dosis antigripales para la temporada 2026 y campañas de concientización para completar esquemas de inmunización. “La planificación temprana permite reducir riesgos y responder de manera eficaz”, señalaron desde la cartera sanitaria.
Desde Mendoza, la Dirección de Epidemiología confirmó que no existe evidencia de mayor riesgo para la provincia ni para el país. No obstante, se informó que la vigilancia se mantiene fortalecida y coordinada con organismos nacionales e internacionales, y se reiteró la recomendación de sostener el calendario de vacunación, especialmente en adultos mayores, embarazadas, niños pequeños, personas con enfermedades crónicas y personal de salud.
Especialistas explican que la clave para limitar el impacto de la variante K es la inmunización anual. La vacunación reduce la carga viral, acorta la duración de los síntomas y disminuye las posibilidades de transmisión y de aparición de nuevas mutaciones. En ese sentido, remarcan que las dosis aplicadas años atrás no ofrecen protección suficiente frente a los cambios del virus.
Las autoridades sanitarias también recomiendan mantener medidas preventivas básicas, como la ventilación de ambientes, el lavado frecuente de manos y el uso de barbijo ante síntomas respiratorios. Frente a fiebre, tos o malestar general, aconsejan evitar actividades sociales y laborales y consultar al sistema de salud.
La vigilancia activa y la vacunación oportuna serán determinantes para que Argentina pueda anticiparse a un eventual ingreso de la variante K de la gripe A (H3N2) y minimizar su impacto durante las próximas temporadas.
Fuentes: La Voz, Infobae

