Corina Machado: “Pronto, el mundo presenciará el regreso de los nuestros a casa, y yo estaré allí”


La ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz 2025, celebrada este 10 de diciembre en el Ayuntamiento de Oslo, se transformó en un homenaje a la resistencia venezolana y en una denuncia frontal contra el régimen de Nicolás Maduro. La distinción, otorgada a la líder opositora María Corina Machado, fue recibida en su nombre por su hija Ana Corina Sosa Machado, mientras se espera la llegada de la dirigente a la capital noruega en las próximas horas.

El Instituto Nobel, en una declaración inusualmente contundente, exigió la renuncia de Maduro y alertó sobre sus vínculos con Rusia, China, Cuba, Irán y Hezbollah, enmarcando el reconocimiento dentro de una crítica internacional cada vez más severa contra la consolidación autoritaria en Venezuela.

Un discurso leído en Oslo, escrito desde la clandestinidad

El mensaje de Machado, redactado durante sus meses de clandestinidad, fue leído por su hija ante un auditorio que se mantuvo en silencio absoluto. La opositora abrió su discurso con una evocación de la travesía colectiva de Venezuela hacia la libertad. “He venido a contarles la historia de un pueblo y su larga marcha hacia la libertad… una voz entre millones de venezolanos que se han levantado para reclamar el destino que siempre les ha pertenecido.”

Machado reconstruyó el sentido de identidad nacional a partir de su diversidad cultural y recordó el carácter pionero de la Constitución de 1811, “la primera del mundo hispano que consagró la dignidad soberana del ser humano”.

También evocó los años de prosperidad del país en el siglo XX, cuando Venezuela se convirtió en destino de migrantes europeos, latinoamericanos y de Oriente Medio: “Les dimos hogar, escuela y seguridad, y todos ellos se hicieron venezolanos.”

La denuncia: dos décadas de desmantelamiento institucional

El corazón del discurso fue un recuento detallado de la crisis política y social que atraviesa Venezuela desde 1999. “El régimen violó la Constitución, corrompió a las Fuerzas Armadas, purgó a los jueces, censuró a la prensa y manipuló las elecciones.”

Machado precisó cifras que ilustran el colapso nacional: una caída económica superior al 80%, pobreza por encima del 86% y más de nueve millones de venezolanos forzados a emigrar.

La líder opositora relató episodios de represión sistemática y denunció crímenes de lesa humanidad, incluidos casos de tortura y violencia sexual contra detenidos posteriores a las elecciones de 2024. “A más de doscientos veinte adolescentes los electrocutaron, golpearon y asfixiaron hasta forzarlos a decir la mentira que el régimen necesitaba.”

De la clandestinidad a la reconstrucción democrática

Machado recordó cómo la sociedad venezolana desafió las restricciones para organizar la elección primaria de 2023 y, luego, la presidencial del 28 de julio de 2024, en la que —según afirmó— Edmundo González ganó con el 67% de los votos. La digitalización de las actas en tiempo récord permitió, dijo, “que el mundo viera la verdad”.

La reacción del régimen fue inmediata: 2.500 personas desaparecidas, detenidas o torturadas, casas marcadas y familias tomadas como rehenes. Pese a ello, Machado aseguró que la resistencia continúa desde “redes de presión cívica y desobediencia disciplinada”.

Un premio con mensaje global

La dirigente vinculó su reconocimiento con una advertencia al mundo: “La democracia es esencial para la paz. Si queremos tener democracia, debemos estar dispuestos a luchar por la libertad.”

Su cierre fue una promesa de retorno y reconciliación, que conmovió al auditorio: “Pronto, el mundo presenciará el regreso de los nuestros a casa, y yo estaré allí.”

Machado dedicó el Nobel a los venezolanos anónimos que sostuvieron la lucha durante décadas y reafirmó su visión de un futuro de libertad y reconstrucción nacional:
Venezuela volverá a respirar… y todas las alegrías simples volverán a ser nuestras”.

La ceremonia cerró con emoción, en un día que quedará marcado como un hito en la historia reciente de la lucha democrática venezolana.

Fuente: Infobae
Foto: Ole Berg-Rusten/NTB/vía REUTERS