Vaticano reafirma el “no” al diaconado femenino, pero deja abierta la discusión


La comisión presidida por el cardenal Giuseppe Petrocchi publicó un informe en el que descarta, por ahora, la posibilidad de admitir mujeres al diaconado entendido como un grado del sacramento del Orden. Aunque la evaluación se apoya en la Escritura, la Tradición y el Magisterio, el documento subraya que no se trata de una decisión definitiva.

La comisión —la segunda creada por el papa Francisco para estudiar el tema— concluyó sus trabajos en febrero de este año. El informe, de siete páginas, fue entregado al papa León XIV el 18 de septiembre y difundido públicamente por voluntad del Pontífice.

Investigación histórica insuficiente

En su primera sesión, en 2021, el organismo constató que a lo largo de la historia eclesial el título de “diácona” o “diaconisa” se aplicó a mujeres, aunque con significados diversos. Ese mismo año, sus miembros coincidieron en que la teología del diaconado, dentro de la doctrina del Orden Sagrado, plantea serias dudas sobre su eventual apertura a mujeres.

En 2022, por siete votos contra uno, la comisión afirmó que el estado actual de la investigación histórica y teológica no permite iniciar un proceso hacia un diaconado femenino sacramental. Aun así, insistió en que tampoco puede emitirse un fallo definitivo.

En la última sesión, en febrero de 2025, tras recibir aportes de solo 22 autores de distintos países, el grupo concluyó que el material disponible —aunque valioso— no representa un consenso eclesial amplio, ni puede considerarse expresión del Sínodo ni de todo el Pueblo de Dios.

Argumentos a favor y en contra

El informe recoge posiciones contrapuestas.
Quienes apoyan la admisión de mujeres al diaconado señalan la tensión entre la tradición que reserva el Orden a los hombres y la doctrina bíblica de la igual dignidad entre mujeres y varones, además de los desarrollos socioculturales que sostienen la igualdad de acceso a funciones institucionales.

Quienes se oponen argumentan que la masculinidad de Cristo y, por ende, la de quienes reciben el Orden, forma parte esencial de su identidad sacramental. A su juicio, modificar esto supondría alterar el significado teológico de la “salvación nupcial”. Este pasaje del informe terminó dividido en votación: cinco votos a favor de incluirlo y cinco a favor de retirarlo.

Apertura a nuevos ministerios

Por amplia mayoría —nueve votos contra uno—, la comisión propone ampliar la presencia de mujeres en ministerios instituidos, de modo que su servicio, arraigado en el bautismo, reciba un reconocimiento más claro. Este gesto tendría incluso una dimensión profética en contextos donde las mujeres aún sufren discriminación.

Dos corrientes teológicas en tensión

En sus conclusiones, el cardenal Petrocchi reconoce la existencia de dos líneas teológicas principales: una sostiene que el diaconado es un ministerio distinto del sacerdocio y que ello podría abrir la puerta al diaconado femenino; la otra reafirma la unidad del Orden Sagrado y considera que admitir mujeres al primer grado haría inexplicable su exclusión de los demás.

El purpurado subraya que será necesario un estudio más profundo sobre la identidad sacramental del diaconado y su misión en la Iglesia, especialmente en un contexto mundial muy diverso, donde este ministerio está poco desarrollado en algunos continentes y, en otros, se superpone con funciones laicales o de servicio litúrgico.

La discusión, por tanto, continúa abierta.