León XIV pide al clero libanés “permanecer con María bajo la cruz de Jesús”


El Papa León XIV instó hoy al clero, religiosos y agentes de pastoral del Líbano a mantenerse firmes en la fe y la esperanza, incluso frente a los conflictos y las dificultades cotidianas. Durante su encuentro en el Santuario de Nuestra Señora del Líbano en Harissa, el Pontífice subrayó la importancia de “permanecer con María bajo la cruz de Jesús”, y ofreció una Rosa de Oro a la Virgen como símbolo de devoción.

“Es precisamente estar con María bajo la cruz de Jesús lo que nos da la fuerza para seguir esperando y trabajando, incluso cuando los cañones retumban a nuestro alrededor y las propias necesidades de la vida cotidiana se convierten en un desafío”, afirmó León XIV.

El Patriarca de Cilicia de los Católicos Armenios, Raphaël Bedros XXI, dio la bienvenida al Papa describiendo el santuario como “el corazón espiritual del Líbano”. Señaló que, pese a las pruebas que atraviesa el país, la Iglesia sigue siendo “guardiana de la esperanza”, acompañando a los pobres y a los jóvenes desorientados. “Aquí, donde resuenan las lenguas y las liturgias de las Iglesias de Oriente y Occidente, la pluralidad de tradiciones se transforma en riqueza”, agregó.

El santuario mariano de Harissa, uno de los más importantes del país, ha recibido previamente a los Papas Juan Pablo II en 1997 y Benedicto XVI en 2012.

Responsabilidad de construir la esperanza y la paz

León XIV recordó las palabras de Juan Pablo II sobre la responsabilidad de los libaneses de “ser portadores de esperanza” y de construir “un clima de fraternidad dondequiera que vivan y trabajen”. En su mensaje, enfatizó que la paz requiere estar firmemente arraigados en Dios, y que solo así se puede cultivar el amor y generar obras de solidaridad duraderas.

El Papa destacó que el logo de su viaje, un ancla en el cielo, simboliza esta esperanza: “Si queremos construir la paz, anclémonos en el Cielo y, firmemente anclados allí, amemos sin miedo a perder lo efímero y demos sin medida”, señaló.

Testimonio y compromiso pastoral

Durante el encuentro, representantes de distintos sectores de la Iglesia compartieron sus experiencias de atención pastoral en un país marcado por conflictos y crisis prolongadas. León XIV subrayó que toda acción debe surgir de la oración y de la devoción a María, recordando el ejemplo de San Chárbel y el significado espiritual del santuario de Harissa.

El Pontífice también destacó la necesidad de perseverar frente a la traición e injusticia. Citando a Benedicto XVI, indicó que “solo superando el odio con el amor y la venganza con el perdón podemos transformar nuestro sufrimiento en un grito de misericordia hacia el prójimo”.

Compromiso con los jóvenes y los migrantes

León XIV recordó la responsabilidad de ofrecer perspectivas concretas a las jóvenes generaciones, incluso en medio de un mundo que sufre. Insistió en la importancia de la educación, vinculando la formación intelectual con la educación del corazón, y en que la primera escuela es la Cruz y el único Maestro, Cristo.

El Papa también abordó la crisis migratoria en el Líbano, exhortando a garantizar que nadie se vea obligado a huir de su país y a que los migrantes sean siempre acogidos con dignidad.

Antes de finalizar su visita, León XIV bendijo la primera piedra de la “Ciudad de la Paz” de la cadena de televisión católica Tele Lumière/Noursat, reafirmando su llamado a la solidaridad y a la construcción de un futuro esperanzador para todos los libaneses.