Papa León XIV llama a la unidad cristiana frente a la violencia global


En el histórico sitio de la antigua Nicea, hoy Iznik, Turquía, el papa León XIV se unió a 27 líderes de distintas iglesias cristianas en un acto ecuménico que conmemoró el 1.700 aniversario del Primer Concilio de Nicea, celebrado en el año 325.

El encuentro, realizado en el segundo día del viaje apostólico del Pontífice a Turquía, tuvo como eje central la oración por la unidad y el diálogo entre los cristianos, en un momento en que la violencia y los conflictos afectan a diversas regiones del mundo.

Durante su intervención, el Papa expresó su agradecimiento al Patriarca Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, por su iniciativa de convocar a los líderes de las iglesias a celebrar conjuntamente este importante aniversario, y destacó también la presencia de representantes de diversas comuniones cristianas mundiales.

León XIV recordó que el Concilio de Nicea surgió para responder a la enseñanza del sacerdote alejandrino Arrio, que negaba la plena divinidad de Jesús, y subrayó la vigencia de ese debate: «Si Dios no se hizo hombre, ¿cómo pueden las criaturas mortales participar de su vida inmortal?», preguntó el Papa.

El Pontífice señaló que el Credo Niceno, resultado del Concilio y profesado por todas las Iglesias cristianas, constituye un vínculo profundo que une a los creyentes: «La fe en un solo Señor Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios, consustancial con el Padre, nos llama a caminar juntos bajo la guía del Espíritu Santo, en el amor mutuo y el diálogo».

En ese contexto, León XIV instó a superar las divisiones y fomentar la reconciliación como medio para ofrecer un testimonio más creíble de Jesucristo y de su mensaje de esperanza. Además, destacó la relevancia de la unidad cristiana para afrontar un mundo marcado por la violencia y los conflictos, subrayando la importancia de reconocer los derechos y la dignidad de todas las personas, sin distinción de etnia, nacionalidad, religión o convicciones personales.

El Papa también llamó a defender un uso responsable de la religión: «Debemos rechazar firmemente la justificación de la guerra, la violencia o cualquier forma de fundamentalismo o fanatismo en nombre de la fe. Los caminos a seguir son los del encuentro fraterno, el diálogo y la cooperación».

Finalmente, León XIV pidió que la conmemoración del 1700 aniversario del Concilio de Nicea genere «frutos abundantes de reconciliación, unidad y paz».