Profesores del Montoya destacan el valor de la filosofía en la formación de los jóvenes


En los estudios de Radio Tupambaé, los docentes Sebastián Benítez, Juan Pedro Da Silva y Facundo Sánchez, del Profesorado de Educación Secundaria en Filosofía del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya, analizaron el papel de la filosofía en la vida cotidiana y en la educación actual.

Con trayectoria también en la radio institucional del Montoya, los profesores coincidieron en que la filosofía ofrece un espacio necesario para “frenar”, reflexionar y mirar la realidad desde nuevas perspectivas en una época marcada por la velocidad y las redes sociales. “La filosofía invita a romper la obviedad”, señaló Benítez. Da Silva agregó que, aunque no tenga una utilidad inmediata, “ayuda a entender por qué hacemos lo que hacemos y con qué sentido”.

Sánchez destacó que muchos jóvenes viven una sensación de vacío y encuentran en la filosofía “un goce sano: la lectura, el diálogo y la construcción de uno mismo”. Subrayó además que el pensamiento filosófico siempre es un acto compartido: “Es como recibir una botella con un mensaje lanzado hace siglos”.

Los docentes remarcaron que la materia adquiere especial relevancia en la adolescencia, etapa de búsquedas e incertidumbres. “La pregunta ‘¿quién soy?’ es central en la filosofía”, afirmó Da Silva.

Sobre el profesorado, recordaron que es una carrera fundacional del Montoya y que convoca tanto a seminaristas como a jóvenes motivados por experiencias significativas en la secundaria o por contenidos filosóficos difundidos en redes. “Muchos llegan porque tuvieron un profesor que los marcó”, señalaron.

Difusión filosófica y diversidad de estudiantes

Los docentes señalaron que los motivos para ingresar al profesorado son muy variados: desde seminaristas que deben cursarlo hasta jóvenes que se acercaron a la filosofía en la escuela o mediante contenidos digitales. En esa línea, mencionaron la influencia de filósofos y divulgadores contemporáneos que hoy circulan en redes, podcasts y libros, entre ellos los argentinos Juan Carlos Scannone y Enrique Dussel, y el surcoreano Byung-Chul Han, muy leído por sus análisis de la era digital y la pérdida de los rituales.

Sobre el perfil de los ingresantes, señalaron que “la única característica común es que son todos diferentes”. Los estudiantes provienen de trayectorias muy variadas, aunque comparten inquietudes despertadas por docentes, lecturas, intercambios culturales o actividades como las olimpiadas estudiantiles. La carrera —subrayaron— se convierte en un espacio de diálogo, lectura compartida y búsqueda personal, donde cada estudiante va encontrando los autores que más lo interpelan.

En el plano académico, detallaron que el plan de estudios incluye lógica, teoría de la argumentación, latín y griego, historia de la filosofía, ética, metafísica, filosofía política, del arte, de la ciencia, de la cultura y latinoamericana, además de talleres de lectura y escritura. La formación docente se completa con materias pedagógicas y con prácticas en escuelas desde primer año, que avanzan de manera gradual. “La docencia es un ámbito privilegiado para hacer filosofía, porque siempre se hace con un otro”, afirmaron.

La institución ofrece un cursillo nivelatorio —no eliminatorio— a fines de febrero. El cursado regular se desarrolla por la tarde, de 15:30 a 21:30, lo cual facilita compatibilizarlo con el trabajo. Actualmente, el Montoya es la única institución de Misiones que dicta el profesorado de Filosofía de nivel superior.

Hacia el final de la entrevista, los profesores destacaron que estudiar filosofía brinda seguridad y abre múltiples perspectivas, lejos del mito de que “confunde”. También valoraron la amplia oferta de actividades —talleres, jornadas, proyectos y espacios de intercambio— y el acompañamiento permanente a los estudiantes. “La filosofía es una experiencia”, dijeron, invitando a quienes sienten curiosidad a animarse a iniciar este camino formativo.