La fecha destaca por la presencia de AR*SAT, con su propuesta cósmica creada por un artista misionero y por el regreso de Vivac, uno de los proyectos de mayor proyección regional.
El ciclo Al Caer el Sol presenta este domingo una propuesta que fusiona ambient experimental y rock misionero en un escenario natural privilegiado. Desde las 18, en El Brete (junto al bikepark), el público podrá disfrutar de las presentaciones de AR*SAT y Vivac, en una jornada que destaca por su diversidad artística y por el crecimiento de la producción musical local.
El inicio estará a cargo de AR*SAT, proyecto creado por Manu Ferreira, artista misionero radicado en Buenos Aires. Su propuesta se define por el uso de sintetizadores, samplers y loops para construir paisajes sonoros de carácter cósmico. El músico trabaja una estética influenciada por el Space Ambient, género que explora atmósferas expansivas, y lo combina con referencias culturales argentinas como gesto de identidad y resistencia artística. Su set promete una experiencia inmersiva que dialoga con el entorno del río y el atardecer.
El cierre quedará en manos de Vivac, el power trío puertorriqueño que consolidó un lenguaje propio dentro del rock de Misiones. La banda articula bases sólidas del rock clásico, recursos del progresivo y climas de inspiración cinematográfica. Con tres discos editados, incluido uno grabado en los históricos Estudios Panda, el grupo afianzó un repertorio amplio y con fuerte presencia escénica.
En vivo, Vivac despliega una interacción marcada por la precisión y la sensibilidad. La potencia interpretativa de José, Nacho y Gabriel se convirtió en un sello distintivo, capaz de alternar momentos de calma con estallidos sonoros que evocan la selva, la lluvia y el ritmo del paisaje misionero. Su trayectoria los ubica entre los proyectos regionales con mayor proyección y una búsqueda artística sostenida.
Con esta nueva edición, Al Caer el Sol reafirma su apuesta por difundir propuestas innovadoras y por visibilizar la escena musical misionera en un formato gratuito, cercano y al aire libre. El Brete vuelve así a convertirse en un punto de encuentro donde conviven la experimentación, la energía eléctrica y la creación local.