La desregulación del mercado yerbatero, oficializada por el Decreto 812/2025, provoca una caída del 77% en el precio real de la hoja verde y transfiere ingresos desde los pequeños productores hacia un reducido grupo de industrias, según alertaron autoridades provinciales y expertos.
El ministro de Hacienda de Misiones, Adolfo Safrán, señaló que la eliminación de las facultades regulatorias del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) dejó a los más de 13.000 productores de la región expuestos a un mercado dominado por apenas 130 molinos y acopiadores. “El productor nunca fija el precio y sin herramientas regulatorias, esta asimetría se profundiza”, advirtió.
El economista Darío Ezequiel Díaz, del Instituto Provincial de Estadística y Censos (IPEC), coincidió en que la liberalización completa genera oligopolios, no competencia real. Explicó que los pequeños productores quedan expuestos a precios por debajo de los costos de producción, mientras las grandes empresas concentran la renta y controlan toda la cadena, desde el secado hasta la distribución.
La medida también genera incertidumbre sobre la zafra de verano. Productores, organizados en asambleas, adelantaron que podrían suspender la cosecha y bloquear la circulación de camiones con hoja verde en protesta por los precios irrisorios y los retrasos en pagos de las industrias, que se extienden hasta 180 días. Según cálculos del INYM, el costo de producción de la hoja verde supera los $450 por kilo, mientras los productores cobran apenas $180.
Luis Alberto Andrusyzsyn, dirigente yerbatero, advirtió que el decreto “liquida al Instituto y deja a los productores librados a la buena de Dios”, y denunció un proceso de concentración de tierras impulsado por empresas que buscan adquirir parcelas de colonos en dificultades financieras.
Safrán y Díaz coincidieron en que la solución no pasa por volver a modelos rígidos, sino por diseñar mecanismos institucionales inteligentes que garanticen precios piso, fondos anticíclicos y medidas contra la concentración, para proteger tanto a los productores como al sector en su conjunto.
Mientras tanto, el mercado yerbatero atraviesa una de sus peores crisis en décadas, con 13.000 productores en riesgo y la estructura de la industria cada vez más concentrada.

