El papa León XIV exhortó a científicos, empresarios y líderes pastorales a garantizar que el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) se mantenga firmemente arraigado en el respeto por la dignidad humana y orientado al bien común.
El Santo Padre dirigió un mensaje a los participantes del “Foro Builders AI 2025”, celebrado en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, en el que expresó su gratitud hacia quienes buscan integrar la innovación tecnológica con la misión evangelizadora y humanizadora de la Iglesia.
“La pregunta no es simplemente qué puede hacer la IA, sino en quién nos estamos convirtiendo a través de las tecnologías que construimos”, subrayó el Pontífice.
Tecnología con sentido ético y espiritual
León XIV afirmó que la inteligencia artificial, como toda creación humana, “nace de la capacidad creativa que Dios ha confiado a la humanidad” y puede ser comprendida como una participación en el acto divino de la creación. Sin embargo, advirtió que esta creatividad implica “una responsabilidad ética y espiritual, porque cada elección de diseño expresa una visión sobre la humanidad”.
Por ello, llamó a los desarrolladores y líderes tecnológicos a cultivar el discernimiento moral en su trabajo, promoviendo sistemas que encarnen valores como la justicia, la solidaridad y el respeto por la vida.
Asimismo, el Papa insistió en que un foro católico sobre inteligencia artificial no debe centrarse únicamente en aspectos técnicos o económicos, sino constituir “un esfuerzo de toda la Iglesia para poner la tecnología al servicio de la evangelización y del desarrollo humano integral”.
Fe y razón en la era digital
En su mensaje, el Pontífice destacó que el diálogo entre fe y razón adquiere nuevas formas en el contexto digital contemporáneo. “La inteligencia, tanto humana como artificial, encuentra su pleno sentido en el amor, la libertad y la relación con Dios”, afirmó.
Finalmente, encomendó los frutos del encuentro a María, Sede de la Sabiduría, y alentó a los participantes a considerar su labor como una misión compartida: hacer de la tecnología un instrumento de evangelización, educación, atención sanitaria y promoción del bien común.
“Que su colaboración dé fruto en una inteligencia artificial que refleje el diseño de Dios: inteligente, relacional e impulsada por el amor”, concluyó León XIV.

