El realizador, productor y director misionero Diego Bellocchio, egresado del Instituto Montoya, donde cursó la carrera de Producción y Dirección de Radio y Televisión, visitó los estudios de Radio Tupambaé para compartir su experiencia en el mundo del cine y anticipar el estreno de su nueva película, Mitra: Apaga la luz para poder ver, en el 40° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, uno de los más prestigiosos del mundo.
“Es un orgullo volver a la casa donde empezó todo”, expresó Bellocchio, rodeado de estudiantes de la carrera que marcó el inicio de su vocación audiovisual. “Recuerdo con mucho cariño aquellos años en los que decidí comenzar este camino. Hoy se cierra un ciclo con el estreno de Mitra”, agregó.
De los mitos misioneros al cine internacional
Bellocchio comenzó su trayectoria en 2008, cuando aún era estudiante, con el cortometraje Pálido Indicio, una ficción de zombies que nació en el ámbito académico y se expandió hacia festivales. Su interés por el género de terror se consolidó en 2010, con la llegada de políticas federales que impulsaron la producción audiovisual en el interior del país.
Gracias a esos programas, dirigió la serie Mañana, siesta, tarde, noche, una producción de ocho capítulos de ficción basada en mitos regionales de Misiones, entre ellos El Pombero, El Yaciyateré y El Rey del Paraná. “Siempre me inspiró la mística del monte y los relatos que escuchaba de chico”, recordó.
Mitra, ocho años de trabajo y una historia de terror psicológico

La película Mitra: Apaga la luz para poder ver que se estrena entre el 11 y el 13 de noviembre en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, demandó ocho años de desarrollo. Participó en clínicas de guion y mercados audiovisuales nacionales e internacionales, donde recibió asesoramiento de directores y productores de todo el mundo.
El rodaje se realizó en Posadas, Garupá y Campo San Juan, en dos etapas (2022 y 2023). Luego, la postproducción se completó en Mendoza tras ganar un concurso provincial, lo que sumó a una tercera productora al equipo. En total, la película fue producida por Monte Cine (Misiones), Coruya Cine (Buenos Aires) y Mímesis (Mendoza).
Protagonizada por Desirée Salgueiro, actriz y coach de intérpretes con amplia experiencia en cine y series, Mitra: Apaga la luz para poder ver se define como un thriller psicológico con tintes de folk horror, un subgénero que explora el miedo desde lo rural y lo mítico.
“La historia sigue a Lucía, una psicóloga que trabaja asistiendo a víctimas de violencia familiar. Una noche es atacada por un ser desconocido y, al reconstruir su vida, se enfrenta a la guarida de su agresor”, explicó Bellocchio.
El título de la película proviene del nombre que el antagonista le da a la protagonista, convencido de que ella es la elegida para traer al mundo al hijo del demonio. “El nombre es pura ficción, pero la trama se inspira en casos reales de femicidios y rituales de brujería que investigamos”, detalló el director.
Un trabajo colectivo y federal
Bellocchio destacó que su forma de trabajo es colectiva y colaborativa. “No se hace lo que yo digo; cada área se apropia de la película. Así se construye una obra auténtica”, afirmó.
El realizador también compartió anécdotas del rodaje, como la ocasión en la que el equipo debió levantar el piso de una casa para retirar y reubicar un enorme panal de abejas antes de filmar. “Ni me enteré hasta después. El equipo resolvió todo sin alterar el trabajo de dirección. Ese es el espíritu que hace posible una película”, relató.
Una productora con sello misionero
Mitra: Apaga a luz para poder ver es el quinto largometraje de la productora Monte Cine, fundada por Bellocchio. Entre sus producciones anteriores se destacan Los que vuelven (dirigida por Laura Casabé), Legiones, Fantasma vuelve al pueblo y Carbón, una coproducción internacional con Brasil. Para 2026, el equipo ya prepara una nueva película junto a Italia, Córdoba, Buenos Aires y Misiones.
“En el cine uno sabe cuándo empieza, pero nunca cuándo termina”, reflexionó. “Lo importante es concluir el proyecto y hacerlo de forma profesional, con contratos y respeto por los sindicatos. La responsabilidad es parte del crecimiento”.
“Hay que hacer”
A modo de consejo para los estudiantes, Bellocchio recordó una anécdota que marcó su carrera: “En 2016 hicimos un corto vendiendo arroz con pollo para pagarles a los actores. Lo filmamos en un fin de semana, lo mandamos a festivales y terminó seleccionado en Sitges, el más importante del mundo en cine fantástico. Ahí entendí que esto era lo mío. Hay que hacer. Si la obra tiene amor, pasión y convicción, llega sola”.
Con entusiasmo, el director se despidió agradeciendo la invitación y dejando un mensaje claro para las nuevas generaciones: “El cine se hace con esfuerzo, comunidad y una historia que valga la pena contar”.

