Mons. Martínez llamó a la humildad y al diálogo tras las elecciones: “Nos dará más sabiduría para estar mejor todos, todos, todos”


En su tradicional visita a los estudios de Radio Tupambaé, el obispo de la diócesis de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, reflexionó sobre el reciente proceso electoral del domingo 26 de octubre y llamó a la sociedad argentina a cultivar la humildad, el diálogo y el compromiso ciudadano. “Ojalá que en nuestra patria avancemos un poquito en humildad y en diálogo que nos va a dar un poco más de sabiduría para estar mejor todos, todos, todos, como decía Francisco, los argentinos”, expresó.

El obispo comenzó su análisis destacando la importancia de la participación democrática, aunque observó con preocupación el bajo nivel de concurrencia a las urnas. “El 66 % es el más bajo desde 1983. Revela cierta apatía en algunos sectores que probablemente no sienten interés en participar. Sin embargo, el acto eleccionario siempre es un momento muy fuerte de la democracia y tenemos que ser protagonistas”, señaló.

El mensaje de los obispos argentinos

Mons. Martínez compartió un documento difundido por la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) el día posterior a los comicios, titulado “El día después de las elecciones”. Al leerlo en el aire, remarcó: “El pueblo argentino ha vivido una nueva jornada democrática que nos ha permitido elegir diputados y senadores entre diversos candidatos. En cada elección se pone de manifiesto la institucionalidad de un país y el deseo de construir una patria donde todos tengan lugar para vivir y construir una existencia digna”.

El texto episcopal subraya además que “la verdadera victoria electoral siempre implicará un renovado compromiso con el bien común, especialmente con los más pobres y frágiles”, y exhorta a los legisladores electos a “trabajar de manera incansable en busca de consensos y fortaleciendo el diálogo para el bien de todos”.

Este comunicado —explicó monseñor— nos recuerda que las elecciones son importantes, pero lo esencial es construir una patria vivible, donde todos estemos incluidos y podamos tener esperanza”.

Reflexión social y política

El obispo profundizó en un análisis del panorama social argentino, señalando las diferencias de clase y los miedos que influyen en el voto: “Hay una clase media todavía existente, de un 40 %, pero también una pobreza cada vez más compleja. En las elecciones legislativas la gente se libera un poco más, mientras que en las ejecutivas el voto es más definido. Muchos sectores de clase media tienen miedo al pasado y a volver a situaciones difíciles”.

Mons. Martínez también se refirió a los desafíos educativos y al papel de la formación ciudadana: “La clave es construir ciudadanos. La educación ayuda a pasar de habitantes a ciudadanos. Cuando la pobreza crece, se debilita la educación y se pierde esa posibilidad. Tenemos que mirar mucho la educación. Antes teníamos instrucción cívica; no sé si ahora se da del mismo modo”.

El obispo abordó además los debates en torno a la educación sexual y la ideología de género: “Fuimos pioneros en Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas católicas, pero el modo de darla es distinto. A los padres no les gusta que se imponga a los niños cosas que deben descubrir en su proceso personal. Cada uno tiene su opción, pero no puede presentarse como un mandato ideológico”.

Humildad y diálogo: claves del camino

En un tramo profundamente pastoral, monseñor Martínez insistió en la necesidad de recuperar la humildad como valor social y político. “No hay sabiduría sin humildad. Lamentablemente, en nuestro país la humildad no es un valor. Muchos jóvenes que llegan a roles importantes se sienten Maradona y terminan como Maradona. La humildad nos lleva al diálogo, a escuchar. El otro puede aportarme algo. Pero acá muchas veces se llega con una ideología cerrada, y eso no es diálogo”.

El obispo recordó una lectura del Evangelio para subrayar su mensaje: “En el Antiguo Testamento, la oración del pobre sube a Dios. Jesús lo reitera con la parábola del fariseo y el publicano: el humilde es quien accede a Dios. Ojalá que en nuestra patria avancemos en humildad y diálogo, porque eso nos dará sabiduría para vivir mejor todos”.

Tragedia en las rutas y oración por las víctimas

Durante la charla, el obispo también expresó su pesar por el accidente vial ocurrido el fin de semana en Campo Viera, en el que murieron varios estudiantes universitarios de Misiones. “Qué triste eso, Dios mío. Es gente que viajaba para votar. Siete chicos de la Facultad de Arte de la UNaM perdieron la vida. En la catedral rezamos por ellos el domingo y también el martes en el seminario diocesano. Nos unimos mucho en oración por ese episodio tan doloroso”.

Preparativos para la XXIV Peregrinación a Loreto

Mirando hacia noviembre, monseñor Martínez invitó a los fieles a participar en la tradicional peregrinación al Santuario de Loreto, que se realizará los días 15 y 16 de noviembre en honor a los mártires de las Misiones: Roque González de Santa Cruz, Alonso Rodríguez y Juan del Castillo, quienes también desarrollaron su labor evangelizadora en la región hasta su martirio.

“Es una fiesta muy linda y profunda. Los jóvenes peregrinan caminando, en bicicleta o en canoas desde San Ignacio. La Virgen de Loreto está recorriendo parroquias e instituciones y eso reconforta mucho. Nos recuerda que no debemos vivir mirándonos el ombligo, sino pensando en los demás”.

Una agenda pastoral intensa

Finalmente, el obispo comentó su reciente viaje a Roma y Alemania, donde gestionó ayudas pastorales a través de la organización Adveniat, además de su próxima participación en la reunión plenaria de obispos en Pilar. “Es parte de la misión. Una porción del tiempo hay que darla a las pastorales fuera de la diócesis. Agradezco a las comunidades que siguen trabajando y manteniendo viva la evangelización”, concluyó.