El Papa destacó que los recién canonizados son signos de esperanza y testimonio de amor cristiano
El papa León XIV exhortó a los fieles a rezar el Rosario y a seguir el ejemplo de los siete nuevos santos canonizados el pasado domingo en la Plaza de San Pedro. Durante su encuentro con los peregrinos reunidos este lunes en el Aula Pablo VI, el Santo Padre describió a los nuevos santos como “signos de esperanza” y testigos vivos del amor a Cristo y al prójimo.
“Los nuevos santos son para nosotros un signo de esperanza, pues ofrecieron su vida por amor a Cristo y a sus hermanos”, expresó el pontífice al recibir a los fieles que participaron de la ceremonia de canonización de Pedro To Rot, Ignacio Choukrallah Maloyan, María Troncatti, Vincenza María Poloni, Carmen Rendiles Martínez, Bartolo Longo y José Gregorio Hernández Cisneros.
En su alocución, León XIV invitó especialmente a rezar el Rosario, recordando la figura de San Bartolomé Longo, “apóstol del Rosario” y fundador del santuario de Pompeya. “Contemplando los misterios de Cristo a través de los ojos de María, día a día asimilamos el Evangelio y aprendemos a practicarlo”, afirmó.
El Papa destacó la conversión de San Bartolomé Longo, quien “pasó de una vida alejada de Dios a dedicar todas sus energías a las obras de misericordia corporal y espiritual, promoviendo la fe en Cristo y el amor a María a través del servicio a los huérfanos, los pobres y los desesperados”.
El primer santo papú, ejemplo de fe y valentía
Dirigiéndose a los peregrinos de Papúa Nueva Guinea, León XIV recordó al catequista Pedro To Rot, el primer santo papú, a quien describió como “un ejemplo inspirador de firmeza y fortaleza”. Durante la ocupación japonesa, defendió la fe y la santidad del matrimonio incluso bajo persecución.
“Como San Pedro To Rot, defendamos las verdades de la fe”, exhortó el Papa, citando las palabras del mártir: “Son tiempos muy difíciles para nosotros, y todos tenemos miedo. Pero Dios, nuestro Padre, está con nosotros y nos cuida. Debemos orar y pedirle que esté siempre con nosotros”.
Fidelidad hasta el martirio
El pontífice también recordó el testimonio del obispo armenio Ignacio Choukrallah Maloyan, quien murió durante el genocidio armenio de 1915. “Fue un pastor según el corazón de Cristo, que no abandonó a su pueblo y eligió a su Señor aun a costa de su vida”, dijo León XIV.
Conmovido, el Papa destacó que la fe del pueblo armenio “es fuerte y sólida como una roca”, evocando las cruces de piedra talladas como signo de esperanza en medio del sufrimiento.
Los primeros santos venezolanos
León XIV se refirió luego a los dos primeros santos venezolanos, José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Rendiles, a quienes calificó como “signos de esperanza para el pueblo venezolano”.
“La fe y la esperanza marcaron su misión”, afirmó el pontífice, subrayando que “Dios estuvo presente en sus vidas y las transformó, haciendo de la existencia cotidiana una lámpara que iluminaba con una nueva luz”.
El Papa invitó a los fieles a ver en ellos “personas muy parecidas a nosotros, que afrontaron dificultades con fe y perseverancia”, y recordó que todos los cristianos están llamados a la santidad cotidiana.
La entrega misionera de María Troncatti
Finalmente, León XIV elogió la vida y obra de la hermana María Troncatti, misionera italiana de las Hijas de María Auxiliadora, quien dedicó su vida al servicio de los pueblos indígenas del Ecuador.
“Combinando su experiencia médica con su pasión por Cristo, cuidó de las extremidades y los corazones de quienes asistía con el amor y la fuerza que encontraba en la fe y la oración”, señaló el Papa, destacando que su ejemplo “invita a transformar las dificultades en oportunidades para entregarse libre y totalmente”.
Concluyendo su mensaje, el Santo Padre animó a los peregrinos a “rezar el Rosario con confianza, mirar el ejemplo de los nuevos santos y dejarse guiar por su testimonio de fe, esperanza y caridad”.

