El presidente Javier Milei ratificó su respaldo al diputado José Luis Espert en medio de la controversia por presuntos aportes de campaña provenientes del empresario Fred Machado, acusado de narcotráfico. La decisión, tomada sin el acompañamiento pleno de su gabinete ni de los aliados del oficialismo, generó preocupación por su impacto electoral y político.
El caso estalló tras conocerse transferencias por alrededor de USD 200.000 hacia cuentas vinculadas a la campaña presidencial de Espert en 2019. El legislador reconoció haber recibido aportes de Machado, pero aseguró desconocer cualquier actividad ilícita por parte del empresario.
Un respaldo solitario en medio de la crisis
Fuentes cercanas al Ejecutivo confirmaron que Milei decidió “bancar personalmente” a Espert pese a las advertencias internas. La lógica, según colaboradores, responde a una estrategia de firmeza política: “Si cede, pierde autoridad”.
Sin embargo, dentro del oficialismo se multiplican los silencios y gestos de incomodidad. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, había reclamado “máxima transparencia” en el financiamiento político, aunque luego bajó el tono. Otros referentes de La Libertad Avanza evitaron pronunciarse públicamente sobre el tema.
Repercusiones en el Congreso y en el escenario internacional
La oposición reclamó que Espert sea apartado de la Comisión de Presupuesto que preside en la Cámara de Diputados. Dirigentes de distintos bloques coincidieron en la necesidad de una investigación judicial que aporte claridad.
El tema también trascendió fronteras. El Financial Times dedicó un artículo al caso, señalando que la postura de Milei podría “dificultar sus relaciones con aliados internos y con los mercados”, al poner bajo la lupa los estándares éticos del oficialismo.
Temor en el oficialismo por el efecto electoral
En el entorno presidencial reconocen que el episodio llega en un momento delicado. Con el calendario electoral en marcha, el objetivo de Milei era consolidar su base bonaerense, pero el escándalo complica la estrategia.
“Esta controversia puede alejar al votante moderado, que valora la transparencia más que la confrontación”, explicó un consultor político cercano al oficialismo.
Por ahora, el Presidente no muestra intención de cambiar su postura. En Casa Rosada afirman que mantendrá su apoyo mientras no exista una imputación formal contra Espert. No obstante, el tema ya es motivo de preocupación dentro del espacio libertario, que busca evitar un desgaste antes del inicio de la campaña.

