Con una multitudinaria caminata que partió del Estadio Único Madre de Ciudades y concluyó con la celebración de una misa en la Universidad Católica de Santiago del Estero, jóvenes de toda la arquidiócesis participaron el sábado 27 de septiembre del Jubileo de los Jóvenes, presidido por el arzobispo y primado de la Argentina, cardenal Vicente Bokalic CM.
En la homilía, el purpurado alentó a los participantes a no dejarse llevar por la indiferencia y a cultivar un corazón sensible y misericordioso. “El jubileo es un tiempo de gracia, de bendición. Es hermoso celebrar juntos el Jubileo de los Jóvenes, de ustedes, promesa de hoy y de mañana”, expresó.
El cardenal subrayó que el encuentro personal es clave en la vida cristiana: “Necesitamos encontrarnos, conocernos, mirarnos. Hemos hecho un signo que es caminar juntos. Jesús no paraba, recorría mucho; vino para estar en medio de la gente, no para mirar las cosas de lejos”.
Al recordar la actitud de Jesús frente al dolor humano, Bokalic sostuvo: “Él se compadecía del sufrimiento de la gente. Ojalá que en este jubileo podamos despertar esto en nosotros. Lo contrario a la compasión es la indiferencia: pasar de largo, no sentir, no hacernos cargo”.
En esa línea, advirtió sobre las tentaciones del mundo actual: “Tenemos proyectos, sueños, diversiones, pero a nuestro lado hay mucha gente tirada en el camino, enfermos, despreciados, familias en conflicto. Ellos están cerca nuestro”.
Finalmente, exhortó a los jóvenes a pedir “un corazón capaz de compadecerse”, aclarando que la compasión no se reduce a decir “pobrecito”, sino que exige cercanía y compromiso. “Necesitamos un rejuvenecimiento de la compasión en nosotros; no seamos fríos ante el sufrimiento ajeno. No se dejen contagiar por la enfermedad de mirarse solo a sí mismos y olvidarse de los demás. Serán felices siendo compasivos y demostrándolo con sus obras”, concluyó.

