Cecilia Simón, oriunda de Puerto Rico, Misiones, y laica consagrada, mantiene viva su vocación en Albania, donde reside desde hace seis años. En diálogo con Radio Tupambaé, Cecilia, miembro del movimiento Hogares Nuevos – Obra de Cristo, compartió detalles de su experiencia en el país europeo y reflexionó sobre la convivencia religiosa, la reconstrucción de la Iglesia y los desafíos sociales y culturales que enfrenta la población.
“Hoy se cumplen seis años desde que salí de Argentina y mañana serán seis años de mi llegada a Albania. Siempre hay motivos para celebrar”, señaló Cecilia, quien también recordó con afecto la música regional de su provincia natal, en el marco del Día Nacional del Chamamé. “El Chamamé siempre me conecta con casa, con los recuerdos de los domingos a la mañana antes del asado, escuchando música típica de Misiones”, agregó.
Durante la conversación, Cecilia destacó el valor de la figura de la Madre Teresa de Calcuta, originaria de Albania, como ejemplo de servicio y amor humanitario. Explicó que, a pesar de ser un país con solo un 7% de población católica, la convivencia pacífica entre distintas religiones es notable. “Tras el comunismo, donde la práctica de la fe era perseguida, la población aprendió a compartir y a respetarse. Ese aprendizaje todavía se refleja hoy en la vida cotidiana”, indicó.
La misionera también contó cómo las iglesias y templos del país sufrieron distintas transformaciones durante los años de represión: algunos se convirtieron en centros culturales, hospitales o graneros, mientras que otros fueron destruidos. “Recuperar y reconstruir los templos fue un trabajo arduo de los primeros misioneros, que también se ocuparon de atender las necesidades básicas de la población. Hoy, con las necesidades materiales cubiertas, el foco está en la evangelización y la catequesis”, aseguró.
Sobre los cambios recientes en la Iglesia, Cecilia compartió sus reflexiones respecto al fallecimiento del Papa Francisco y la llegada del Papa León XIV. “Fue una sorpresa, pero entendimos que era el Papa que la Iglesia necesitaba. Además, su devoción a María del Buen Consejo, patrona de Albania, fortaleció el vínculo con la comunidad local”, señaló.
En relación con la actualidad política y tecnológica del país, Cecilia se mostró cautelosa ante innovaciones como el nombramiento de un robot con inteligencia artificial como ministro de contratación pública y el plan de Albania de convertirse en un país sin billetes para 2030. “Si bien son ideas modernas y bienintencionadas, todavía hay muchas realidades básicas que necesitan atención, como la educación y el acceso a servicios esenciales para los adultos mayores y la población más vulnerable”, indicó.
Finalmente, Cecilia envió un saludo a su familia y reafirmó su compromiso con la misión que lleva adelante: “Con una llamada o un mensaje acortamos la distancia. Lo más importante es anunciar a Cristo y llevar un mensaje de esperanza y alegría, incluso en lugares tan lejanos como Albania”.
Con estas palabras, Cecilia Simón refleja la experiencia de un laico consagrado que, desde el compromiso y la fe, continúa trabajando por la comunidad y fortaleciendo los lazos entre Argentina y el mundo.

