En medio de una jornada marcada por las protestas sociales y el debate parlamentario sobre educación y salud pública, el conductor de Perros de la Calle (Urbana Play), Andy Kusnetzoff, no pudo contener las lágrimas al abordar la difícil situación que atraviesan miles de familias argentinas.
Durante el programa, Kusnetzoff presentó la historia de Leandro, un hombre desempleado cuya experiencia reflejó las dificultades económicas actuales. Desde el inicio, el clima en el estudio se tornó sensible y el propio conductor admitió que buscaba visibilizar lo que viven tantas personas: “Está bien que recule el presidente, que revea lo de la discapacidad, las universidades… Porque eso no es la grieta, eso es entender lo importante que es nuestro país y el orgullo que nos da tener nuestra educación pública, nuestros hospitales públicos y la atención a la discapacidad”, expresó.
En ese mismo sentido, agregó conmovido: “Es mucho más difícil tener alguien con discapacidad y ocuparte toda la vida de eso. Y el día de mañana, cuando seas grande, no te imaginás cómo se las va a arreglar esa persona una vez que ya no estés”.
El psicólogo y columnista del ciclo, Gabriel Rolón, intervino para resaltar el valor de sentir y expresar la angustia frente a estas realidades: “Está bien que te duela, Andy. Está bien que nos duela. A mí me preocuparía si no te doliera. A veces uno no puede hacer nada, pero al menos tenés empatía, que te duela”, sostuvo.
Leandro, invitado especial de la emisión, se mostró conmovido por la situación y expresó: “Me siento responsable por esto, pero no era mi intención, Andy”. Ante esa reacción, Rolón lo tranquilizó: “No sos responsable”.
Kusnetzoff, entre lágrimas, pidió disculpas a su audiencia: “¿Cómo no te vas a angustiar? ¿Qué clase de ser humano hay que ser para no angustiarse ante un trabajador que no tiene empleo o un chico con discapacidad que no recibe ayuda? Esto no tiene que ver con alguien en particular, tiene que ver con que te duela que la Argentina no tenga presupuesto”, planteó.
El episodio dejó en evidencia el grado de vulnerabilidad social y la importancia de abrir espacios de contención en los medios. “Perdón, me angustié”, cerró el conductor, en una muestra de sinceridad que fue acompañada por el análisis profesional de Rolón y el testimonio de Leandro, reflejo de una realidad que golpea fuerte a la sociedad argentina.

