En su habitual visita a los estudios de Radio Tupambaé, el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, compartió una reflexión en el Día del Profesor y del Psicopedagogo, recordando la figura de José Manuel Estrada, a quien definió como “una figura emblemática de la segunda parte del siglo XIX, un hombre enamorado de la educación, humanista, político y cristiano en tiempos de fuerte laicismo”.
Mons. Martínez destacó que septiembre es “el mes de la educación”, conmemoración que incluye el Día del Maestro, del Estudiante y de los profesores, y en ese marco la Comisión Episcopal de Educación de la Conferencia Episcopal Argentina, de la cual forma parte, difundió un mensaje de saludo y aliento a los educadores.
El obispo subrayó que el rol del docente “está ligado a la esperanza” y reconoció las dificultades que enfrentan: bajos salarios, sobrecarga laboral, falta de reconocimiento y contextos hostiles en las aulas. Pese a ello, resaltó su vocación y compromiso. También advirtió que la crisis educativa y la falta de respaldo institucional afectan a la enseñanza y a la investigación, y lanzó un llamado firme: “Si no se apoya suficientemente la educación y la investigación, no tenemos proyección como país”.
Vocación y esperanza
“El rol del educador es un rol muy ligado a la esperanza. No es meramente cumplir un horario, sino que son constructores de una sociedad, sujetos activos de la esperanza, llamados a ser co-creadores con Dios”, expresó el obispo, citando a Estrada. También evocó una frase de Sarmiento: “todos los problemas son problemas de educación”, que consideró necesario subrayar.
Mons. Martínez reconoció que los docentes atraviesan dificultades concretas: “Enfrentan bajos salarios, sobrecarga laboral, estrés, falta de reconocimiento social y, muchas veces, violencia en las aulas. Todo esto puede llevar al agotamiento profesional”. Añadió que la diversidad cultural y la crisis socioeconómica plantean nuevos desafíos, a los que los maestros responden “con gran sacrificio y amor a su vocación”.
La educación pública y la necesidad de apoyo

El obispo señaló que en la Argentina “la educación es pública, de gestión estatal y privada, y debe ser apoyada en su conjunto”. Recordó que la situación actual genera preocupación: “Si no se apoya suficientemente la educación y la investigación, no tenemos proyección como país”.
De manera personal, compartió la realidad de una sobrina docente que, con dos cargos, afronta largas jornadas y múltiples problemas sin el respaldo adecuado de las instituciones. “El maestro necesita amparo institucional y no lo tiene. Es una situación muy estresante, pero la educación debe priorizarse porque el docente es clave en la construcción de esperanza para nuestros jóvenes”, enfatizó.
Reconocimiento a los docentes

Monseñor Martínez dedicó un saludo especial a los docentes de Misiones, incluidos aquellos que enseñan en comunidades aborígenes y zonas rurales: “Hay docentes que hasta se quedan a vivir prácticamente por los viajes y sacrificios que implica su tarea. Si alguien quiere hacerse rico, nunca va a ser docente: es una vocación”.
“Mandamos un abrazo enorme a cada maestro y profesor. Queremos subrayar la importancia de su tarea, muchas veces incomprendida, pero central para nuestra sociedad”, sostuvo.
Mensaje a las comunidades y vida consagrada

En su mensaje, también hizo referencia a las comunidades indígenas que permanecen en Posadas reclamando mejoras básicas como caminos y salas de salud: “Me conmovió escucharlos, porque piden cosas muy elementales, y necesitan ser oídos”.
Finalmente, compartió la alegría por los votos perpetuos de la laica consagrada Susana Hauser, celebrados el domingo en la Parroquia Sagrado Corazón de Miguel Lanús: “Fue un momento muy lindo. Dios suscita estas vocaciones, testimonios fuertes de mujeres que viven su fe en medio de su vida cotidiana y laboral, sirviendo a la comunidad”.
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