En un partido intenso y cambiante, Rosario Central y Boca Juniors empataron 1-1 en el Gigante de Arroyito por la octava fecha de la Liga Profesional. El Xeneize se había puesto en ventaja con un cabezazo de Rodrigo Battaglia, pero la gran joya de la tarde del domingo fue el gol olímpico de Ángel Di María, que decretó la igualdad definitiva.
El equipo de Diego Martínez mostró solidez en el medio con Leandro Paredes como eje y conductor, aunque volvió a quedar en deuda en ataque. Central, por su parte, fue al frente con velocidad y sacó provecho de la pelota parada, hasta que apareció la magia del “Fideo” para encender a todo el estadio.
El duelo tuvo de todo: emociones, intensidad y el brillo de dos campeones del mundo que jerarquizan la liga. En el cierre, el cansancio de las figuras bajó el ritmo y ninguno pudo romper el empate.
Boca sumó un punto que lo mantiene en carrera, pero dejó pasar la chance de golpear a un rival directo. Central, con el empuje de su gente y la genialidad de Di María, se llevó un empate que se festejó casi como un triunfo.