Un mosaico de la Virgen de Luján fue entronizado en los Jardines Vaticanos con la presencia de autoridades argentinas y vaticanas


La Patrona de la Argentina, Nuestra Señora de Luján, fue entronizada este martes en los Jardines Vaticanos con un mosaico realizado por la artista argentina Florencia Delucchi. La ceremonia reunió a cardenales, autoridades vaticanas y diplomáticas, entre ellas el embajador argentino ante la Santa Sede, Luis Pablo María Beltranino.

El acto incluyó la bendición del mosaico a cargo del cardenal argentino Leonardo Sandri, vice decano del Colegio Cardenalicio, seguida de una oración y un canto a la Virgen. También pronunciaron discursos el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin; el cardenal Fernando Vérgez, presidente emérito de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano; y el cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.

“Corazón espiritual de nuestra Nación”

En nombre del país, el embajador Beltranino recordó que la Virgen de Luján “es el corazón espiritual de nuestra Nación” y pidió su protección para el pueblo argentino, así como para el pontificado de León XIV. Destacó además que la iniciativa fue alentada desde el inicio por el papa Francisco, a quien agradeció por impulsar el proyecto: “La ceremonia es un gesto de gratitud por la protección maternal de María a lo largo de nuestra historia y de comunión con la Iglesia universal”.

Parolin: “Reina de la Paz, pedimos por el fin de las guerras”

En su saludo, el cardenal Pietro Parolin subrayó que la presencia de la Virgen de Luján junto a las patronas de América Latina en el “Bastione del Maestro” simboliza los lazos de concordia y amistad entre la Argentina y la Santa Sede.

El purpurado describió además el simbolismo artístico de la obra: el cielo en teselas azules y celestes que evocan la vida eterna, y el marco de flores de cerámica que representan vida y belleza. Finalmente, invitó a pedir a María, Reina de la Paz, por el fin de las guerras y la protección de los argentinos.

Un gesto de devoción y memoria

El cardenal Vérgez, en un discurso de agradecimiento, remarcó que entronizar a la Virgen de Luján “no es solo un acto artístico o ceremonial, sino la expresión viva de una comunidad que no olvida sus raíces ni su espiritualidad”.

También recordó la figura del beato cardenal Eduardo Pironio, estrechamente ligado al santuario de Luján, y agradeció a los benefactores que hicieron posible la obra –entre ellos Ricardo Trigo, Mario Montoto y Luis Calello– y a la artista Florencia Delucchi, que plasmó “la belleza y la ternura de la Virgen”.

El arte como regalo espiritual

La artista explicó que se inspiró en una imagen de la Virgen que Montoto tenía en su hogar y detalló que utilizó dos técnicas: mosaico y piezas de cerámica modeladas y pintadas a mano. El trabajo comenzó en febrero y se concluyó en abril, con la intención inicial de ser inaugurado el 8 de mayo, Día de la Virgen de Luján.

“Trabajamos contra el tiempo, pero siento que la Virgen guió cada paso”, expresó Delucchi, quien definió la experiencia como un regalo al alma: “Haber hecho una imagen de la Virgen me dejó una emoción enorme. Como dice Francisco, el arte te libera y ensancha el corazón”.