Mons. Martínez: “La corrupción siempre es generadora de pobreza y la Argentina necesita gente honesta”


En su habitual visita a los estudios de Radio Tupambaé, el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, reflexionó sobre la actualidad del país, la importancia del servicio en la vida cristiana y la esperanza que generan distintos signos en la comunidad, en contraposición a las preocupaciones que provoca la corrupción en la vida pública.

La diócesis cuenta con más de 40 diáconos permanentes en servicio pastoral

El obispo comenzó destacando experiencias recientes que consideró alentadoras, como la ordenación de dos diáconos permanentes en Jardín América. “Es algo muy lindo porque tenemos más de 40 diáconos permanentes en la diócesis. Muchos de ellos son hombres casados, con familia, que sienten el llamado a servir y que viven su vocación como un signo concreto de amor y caridad. Son familias que acompañan este camino y que testimonian que el servicio es algo más que una tarea: es una forma de darse”, expresó.

El obispo valoró también la entrega de los catequistas, ministros laicos y voluntarios que “dan su tiempo y su vida por amor a los demás”, y mencionó la celebración en Gobernador López, donde se realizó el Encuentro Diocesano de Infancia y Adolescencia Misionera (IAM): “Son signos de esperanza que muchas veces no se visibilizan lo suficiente, pero que nos ayudan a seguir caminando en medio de tantas dificultades”.

Crítica a la corrupción

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Mons. Martínez, sin embargo, contrastó esas experiencias con la crisis ética que observa en el país: “La Argentina necesita de gente honesta, porque está herida y viene herida. Nos preocupa que tengamos que seguir viviendo en una sociedad tan ligada a formas de corrupción, y la corrupción siempre es generadora de pobreza”, advirtió.

El obispo cuestionó las prácticas que desvirtúan la función pública: “Haciendo o dando y licitando en favor de uno, pero quedándote con el resto. La verdad es que esto nos llena de preocupación. El problema es que muchas personas honestas se cansan, se van a lo privado y no participan en la vida política, mientras que quienes tienen obsesión por el poder terminan ocupando esos lugares”.

En esa línea, reflexionó sobre la dificultad de ejercer la política sin caer en las tentaciones del poder. Para ilustrar, comparó a figuras del fútbol: “Maradona fue un genio, pero no tuvo la consistencia humana para sostener todo lo que implicaba la fama y el dinero. En cambio, Messi se manejó con un perfil increíble, con madurez y consideración hacia los demás. Algo similar ocurre en la política: si no hay madurez humana y espiritual, el poder puede aplastar y llevar al desastre”.

Esperanza en los jóvenes

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En el marco del Año Jubilar de la Esperanza, Mons. Martínez también resaltó la inminente canonización de Carlo Acutis, el joven italiano fallecido a los 15 años: “Su frase ‘nuestra meta debe ser lo infinito, no lo finito’ es un mensaje fuerte para la juventud. La Eucaristía era para él la autopista hacia Dios. Es un ejemplo que nos llena de esperanza, por eso lo han adoptado como patrono de los jóvenes en la diócesis de Posadas”, señaló.

En este sentido, recordó que el próximo domingo se realizará en la Costanera de Posadas un Festival Carlo Acutis, con música y actividades en torno a la canonización del beato.

Asimismo, el obispo se solidarizó con las palabras de Mons. Colombo, obispo de Mendoza, quien denunció la falta de apoyo estatal a las instituciones que trabajan en la prevención y acompañamiento de jóvenes con adicciones: “Hay muchas casas que están al límite. Comer hay que comer, y la ayuda no puede faltar. Ojalá no nos olvidemos del bien común y podamos ser generadores de esperanza desde abajo, porque los cristianos tenemos la certeza de que la vida triunfa sobre la muerte”.

Servicio frente al poder

Finalmente, Mons. Martínez subrayó la diferencia entre quienes asumen responsabilidades en la Iglesia o en la vida comunitaria y quienes lo hacen en la política: “¿Por qué en ámbitos como estos la gente va a servir y en la política muchos van a servirse? La clave está en el servicio, que implica madurez, amor y entrega. No hay salvadores individuales: son los equipos, la organización social y la ciudadanía los que deben sostener el bien común”.

Con un mensaje de esperanza, pero también con firmeza en la denuncia, el obispo insistió en que la Argentina atraviesa una hora decisiva que exige recuperar la honestidad y el espíritu de servicio: “Necesitamos gente honesta que piense en los demás y que no use el poder para acumular riqueza personal”.