A los 33 años, Erik Lamela puso punto final a una carrera profesional marcada por el talento, el sacrificio y una constante lucha contra las lesiones. El mediocampista argentino, surgido de River Plate, comunicó su decisión a través de una extensa carta publicada en sus redes sociales, en la que detalló el calvario físico que lo acompañó durante más de una década.
“Hace 11 años que tengo problemas en las caderas. En 2017 fui operado de ambas, siendo la izquierda la más afectada. Me dijeron que podía jugar cuatro años más, pero logré estirar mi carrera más del doble. Fue un esfuerzo enorme, con dolores, tratamientos, inyecciones y horas de gimnasio”, relató. En una de las confesiones más impactantes, reveló: “Hace 5 años que tomo pastillas cada partido para poder competir, empezando con la menor dosis y últimamente tomando el máximo ya dos días antes del partido”.
Lamela señaló que en este 2025 las condiciones físicas y deportivas ya no le permitieron sostener su exigente preparación. Agradeció públicamente a Matías Almeyda y a sus compañeros de equipo por el apoyo, y explicó que rescindió su contrato de común acuerdo con el AEK Atenas.
En su mensaje, repasó los momentos más significativos de su trayectoria y agradeció a todos los clubes que lo recibieron: River Plate, A.S. Roma, Tottenham Hotspur, Sevilla y AEK. “Gracias al fútbol conocí países, culturas y viví momentos que jamás imaginé. Estoy tranquilo porque fui hasta el final y no me guardé nada”, expresó.
También dedicó palabras especiales a su familia, en particular a su esposa, “por dormir a mi lado en la cama del hospital en mis peores momentos”, y a sus hijos, a quienes definió como “sus fans número uno y su energía para seguir adelante”.
Lamela deja atrás una carrera de 508 partidos oficiales y 87 goles, con logros destacados como el Premio Puskás de la FIFA en 2021 por su gol de rabona ante el Arsenal y la UEFA Europa League ganada con el Sevilla en 2023. Su futuro inmediato estará ligado al fútbol: según confirmó, será ayudante de campo de Almeyda en el Sevilla, cerrando así el círculo con quien compartió vestuario en sus inicios en River.
“Una parte de mí está triste porque ya no jugaré más profesionalmente; otra siente alivio por dejar atrás el dolor constante. Hoy cuidaré de mi salud”, concluyó en un mensaje que conmovió a hinchas, colegas y figuras del deporte, quienes inundaron sus redes con mensajes de admiración y gratitud.