En el Día de San Cayetano, el Padre Barros advirtió sobre un modelo “inhumano y anticristiano” y llamó a defender la justicia social


Durante el acto central por el Día de San Cayetano en la Plaza 9 de Julio de Posadas, el padre Alberto Barros, vicepresidente de Cáritas Posadas, ofreció una encendida reflexión ante distintos grupos de movimientos sociales presentes. En su mensaje, destacó la importancia del trabajo como un derecho fundamental y cuestionó duramente el rumbo económico y social que atraviesa el país.

“Queremos revalorizar como nunca el trabajo como derecho, como camino a la dignidad de cada persona y cada familia, como instrumento para construir el bien común”, expresó Barros, señalando con preocupación el aumento de la desocupación, la precarización laboral y la creciente incertidumbre social.

 

En línea con un reciente documento de los obispos argentinos, el sacerdote subrayó que “ningún proyecto económico o político puede considerarse exitoso si genera desempleo, precarización y pérdida de derechos laborales”, y denunció que “eso es precisamente lo que estamos viviendo”.

El referente de Cáritas también citó al Papa Francisco y su encíclica Fratelli Tutti, recordando la parábola del Buen Samaritano como un modelo de acción ante el sufrimiento. “No podemos vivir indiferentes ante el dolor. Un programa económico, político o social que excluye nunca es humano ni cristiano. Solo aquellos que incluyen a todos en el desarrollo de su dignidad son profundamente humanos”, sostuvo.

En uno de los pasajes más contundentes de su discurso, el padre Barros fue tajante: “Estamos ante un proyecto político, económico, social y cultural absolutamente inhumano, cruel y anticristiano, donde el centro no es el ser humano, sino la avaricia y el privilegio de unos pocos en detrimento de las mayorías”.

También cuestionó declaraciones de altos funcionarios del gobierno nacional que descalifican la justicia social. “Escuchar que los derechos sociales son ‘parásitos mentales’ es escandaloso. ¿No será que los verdaderos parásitos mentales son la crueldad, la avaricia, el individualismo, el odio y la indiferencia?”, lanzó, en clara alusión a expresiones recientes de la dirigencia oficialista.

El sacerdote llamó a no abandonar la batalla cultural por el humanismo, la dignidad y la justicia social. “La verdadera batalla cultural es defender la inclusión, la solidaridad y la compasión. Es hora de inclinarse ante el sufrimiento de los otros y cargarse al hombro a quienes más lo necesitan”, afirmó.

La jornada culminó con una bendición a todos los presentes y un llamado a mantener viva la esperanza y el compromiso con quienes más sufren. En un contexto de creciente crisis económica y social, la figura de San Cayetano volvió a convocar a decenas de personas que, con reclamo de justicia, se reunieron en busca de consuelo y dignidad.