El Papa León XIV alentó a los jóvenes a aspirar a la santidad: «No se conformen con menos»


Ante más de un millón de jóvenes congregados en la explanada de Tor Vergata, el Papa León XIV presidió la misa de clausura del Jubileo de los Jóvenes con un llamado contundente a vivir con plenitud y sentido: “Aspiren a lo grande, a la santidad. No se conformen con menos”.

Durante su homilía, el pontífice animó a los presentes a escuchar con valentía los deseos más profundos de su corazón y a buscar su cumplimiento en Dios. “Queridos jóvenes, nuestra esperanza es Jesús”, expresó, citando a san Juan Pablo II, y recordó que es Él quien despierta en cada persona “el deseo de hacer algo grande con su vida”.

La fragilidad como parte del milagro

Inspirado en la Primera Lectura y el Salmo del día, León XIV reflexionó sobre la fragilidad de la vida humana, representada en la imagen de la hierba que florece y se marchita. “No estamos hechos para una existencia estática, sino para una vida que renace constantemente en el don, en el amor”, explicó. “La fragilidad no debe asustarnos, es parte del milagro que somos”.

“No engañemos nuestros corazones con sustitutos”

El Papa alertó sobre el peligro de buscar respuestas en caminos erróneos: “Sentimos una sed tan grande que ninguna bebida del mundo puede saciarla. No engañemos nuestros corazones con sucedáneos ineficaces. Escuchemos esa sed. Que sea un escalón para acercarnos a Dios”.

Siguiendo el ejemplo de San Agustín

El Santo Padre volvió a citar a uno de sus grandes referentes espirituales, san Agustín, recordando su intensa búsqueda de Dios. “Tú, Señor, estabas en lo más profundo de mi alma, mientras vagaba por el mundo”, citó. “Me tocaste, y ardí en anhelo de tu paz”.

León XIV invitó a los jóvenes a leer sus propios corazones y a reconocer en ellos la huella de lo eterno: “En nuestros corazones hay una pregunta que no podemos silenciar: ¿Qué es realmente la felicidad? ¿Qué nos libera del sinsentido y de la mediocridad?”

La plenitud no está en acumular

En otro pasaje, el Papa subrayó que “comprar, acumular y consumir no basta”. Afirmó que la plenitud de la vida se encuentra en mirar hacia arriba, en descubrir que todo tiene sentido cuando nos une a Dios y al prójimo en el amor.

Frassati y Acutis: modelos de santidad juvenil

En el cierre de su mensaje, León XIV animó a los jóvenes a cultivar su amistad con Dios mediante la oración, la adoración, la confesión frecuente y el servicio. “Así lo vivieron Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, que pronto serán canonizados”, anunció. “Aspiren a la santidad, dondequiera que estén. No se conformen con menos. Así verán crecer la luz del Evangelio en ustedes y a su alrededor”.

La celebración del Jubileo de los Jóvenes concluyó con un clima de profunda esperanza y compromiso entre los asistentes, en una jornada que marcó espiritualmente a una nueva generación decidida a vivir con autenticidad y fe.