Este viernes, 1 de agosto, en el marco del Jubileo de los Jóvenes, miles de jóvenes participan en la Jornada Penitencial en el Circo Massimo de Roma y experimentan la misericordia de Dios que viene a través del sacramento de la reconciliación. Padre Gabriel Meneses, de Puebla, México: “Estos eventos mueven los corazones de los jóvenes a arrepentirse y es un don para toda la Iglesia”.
Desde muy tempranas horas de este viernes, 1 de agosto, cientos de miles de jóvenes peregrinos que participan en el Jubileo de los Jóvenes se pusieron en marcha hacia el Circo Massimo, la antigua arena romana, para participar en el Jornada Penitencial.
A las 10.30 hora de Roma se abrieron las puertas de acceso a la explanada del Circo Massimo, donde días ante se habían instalado unos 200 confesionarios en diferentes idiomas, de los cuales 53 en lengua española, y 10 para personas con discapacidad.
Los confesores: “Los jóvenes buscan ayuda y debemos dársela con amor y misericordia”
Los primeros en llegar a este hipódromo romano fueron los sacerdotes y confesores, que desde las 10.30 hasta las 18.00 horas confesaron y escucharon a los jóvenes peregrinos. Fueron más de mil los ministros del perdón inscritos para este evento, listos a escuchar la confesión en italiano, español, inglés, francés, portugués y polaco durante todo el día. Mientras que, las confesiones en alemán, húngaro, eslovaco, coreano y chino, tuvieron horarios designados.
Entre los confesores estuvo el padre Gabriel Meneses, de Puebla, México, quien destacó que, “hoy un joven que quiere luchar contra el pecado, se arrepienta de corazón, que quiere buscar ayuda y quiere acercarse a Dios y, sobre todo, será dócil a la gracia de Dios, esto nos tiene que dar mucha esperanza, porque en ellos hay mucho futuro. Vemos que los jóvenes se encuentran en lucha, muchas veces en una lucha interna, en una lucha contra las tentaciones, y en una lucha contra el mundo. Entonces, acercarse a la confesión, es reconocer que no puedo solo, que necesito ayuda y la gracia de Dios será esa ayuda tan importante que les permitirá triunfar en sus luchas. Los jóvenes buscan ayuda y debemos dársela con mucho amor y misericordia”.