La Asociación Posadeña de Orquideófilos (APO) festeja sus bodas de plata trabajando para la visibilización y preservación de estas fascinantes plantas nativas y exóticas. En la tarde del sábado se realizó feria de ejemplares en flor, charla y festejo en el Jardín Botánico.
La Asociación Posadeña de Orquideófilos (APO) cumple este 20 de julio sus 25 años de trayectoria sumando saberes, capacitaciones, acompañando a los cultivadores de orquídeas y visibilizando la importancia de estas especies, que en sus variedades nativas son vitales para la salud de los ecosistemas. En este marco, la asociación realizó en la tarde de este sábado una feria de plantas en flor, también una charla y el cierre fue con festejo y reconocimiento a quienes llevan adelante la labor de cultivo y cuidado de estas plantas.
La profesora investigadora Cecilia Fernández Díaz, presidenta de la comisión directiva de APO, en una charla con El Territorio, trazó un recorrido por la historia de este espacio y reflexionó acerca de lo logrado en estos años y los desafíos y sueños hacia adelante.
En primera instancia, señaló que se toma como fecha de fundación de la APO el acta de conformación de la comisión provisoria el 20 de julio de 2000 que se constituyó de esta manera: Presidente Aníbal González; vicepresidente Gerardo Bretscheneider; secretaria Haydee Cabassi; tesorera Aída Tricio; vocales Irma Insaurralde, Marcelo Acuña y Héctor Mendoza.
La Personería Jurídica se logró al año siguiente y en marzo de 2001 se constituyó la comisión directiva: Presidente Héctor Mendoza, vicepresidente Gerardo Bretschneider; secretaria Haydee Cabassi; prosecretaria Yolanda Dutra; tesorero Marcelo Acuña; protesorera Lia Gorvein; vocales Dora Sklepek, Irma Insaurralde, vocal suplente Claudio Hadad; revisores Enrique Schuster, Aníbal González, Aída Tricio.
“La asamblea provisoria se constituyó en el año 2000 y en 2001 se obtuvo la personería jurídica de la Asociación Posadeña de Orquideófilos y se conformó la comisión directiva, y este año, en el marco de este festejo de los 25 años, quisimos resaltar a estas personas pioneras que conformaron estas primeras comisiones, y también había otras personas que acompañaron y estuvieron presentes”.
Asimismo, señaló que ella se sumó al grupo en 2006 y que heredó el amor por las orquídeas de su madre y también se acercó al estudio de estas especies desde su campo profesional específico como docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones (Unam).
¿Cómo surge la Asociación Posadeña de Orquideófilos?
Surge de la inquietud de un grupo de personas haciendo actividades en el Jardín Botánico de Posadas. Se definen por conformar un grupo, primero con una comisión fundacional provisoria que duró desde el 20 de julio de 2000, que es la fecha con la que se registra en Personas Jurídicas de la Provincia, alcanzando esa denominación de Personas Jurídicas, en 2001. Actualmente somos alrededor de 70 socios activos pero en total en el libro de la APO se registran 300 personas que fueron parte en algún momento.
¿Qué objetivos se propusieron en ese momento?
Cuando se conforma la comisión provisoria también se elabora un documento, que es como un estatuto que se debe presentar para gestionar la personería jurídica. Y en ese texto se dejaron en claro los objetivos. Los voy a leer tal cual están. Se establece la creación de la APO como una entidad de carácter civil, sin fines de lucro y con los propósitos de, primero: contener a los orquideófilos con aspiraciones a reunirse para disfrutar del cultivo de orquídeas y de todas las actividades afines como, por ejemplo, estudios científicos. Segundo, preservación de especies de orquídeas nativas y de los ecosistemas, como también a las especies exóticas y los híbridos que de ellas resulten. En tercer lugar, promover actividades educativas dictado de charlas, cursos, seminarios y conferencias. Cuarto, promover las relaciones con otras organizaciones civiles afines y gubernamentales. Y quinto, crear un ambiente de camaradería, ayuda y respeto mutuos, siendo la función primordial de las autoridades que se elijan en el futuro y de los aceptados como socios, promoviendo los valores que aseguran una convivencia armoniosa.
¿Y si miramos en la actualidad, cuáles son los propósitos o metas de la APO?
Nuestro propósito siempre es ambicioso y amplio en el sentido de llegar a toda persona que esté interesada en el cultivo de las orquídeas y de incentivar el respeto y el conocimiento por estas especies. Si nosotros tomamos algo de la naturaleza, tenemos que ser conscientes de que tenemos el compromiso de la protección de esos seres vivos. Con esos objetivos permanentemente nos reunimos. Nuestro lugar de encuentro es el Salón de Usos Múltiples (SUM) del Jardín Botánico, los segundos sábados de cada mes. Por lo general se hace feria de plantas, se intercambian, se comparten saberes y experiencia y momentos de camaradería, sorteos. Como te decía, hoy somos unos 70 socios activos, también tenemos amigos de la asociación, y en todos estos años han pasado 300 personas por la asociación. Algunos están de viaje por el mundo de las orquídeas del cielo y seguramente todos ellos seguirán atentos a la alegría que es el arte del cultivo.
¿Cómo se sumó usted al grupo de orquideófilos?
Yo me sumo de manera formal en el año 2006 cuando se hace una nueva presentación a Personas Jurídicas, ya que había que actualizar toda la documentación. Y mi acercamiento es de dos maneras. Una, porque mi mamá, que es Blanca Díaz, fue una de las integrantes desde el año 2001 como asociada. Y otro desde el lado laboral, porque desde el punto de vista profesional, yo siempre trabajé con Aida Tricio, que también fue una de las fundadoras. Y ya desde el año 2001 la había acompañado en algunos cursos que se daban en el Jardín Botánico.
¿Qué resaltaría como un logro de la asociación en estos años de labor?
Las personas siempre cultivaron orquídeas, creo que el cambio se da en estos años con la visibilización y con ampliar el acceso a conocimientos de estas plantas. Y lo que sí fue cambiando es la percepción de que las orquídeas nativas son tan valiosas como aquellas exóticas hoy en día. Las exóticas nos atrapan por su tamaño, sus colores, pero las nativas son importantísimas y también bellas, y conocerlas y estudiarlas es colaborar para su preservación. Ese fue un propósito que creo que se cumplió, principalmente de Tricio y Cabassi, que le prestaron mucha atención a las orquídeas nativas, que es como que estaban desvalorizadas, como son más pequeñas y no tienen esa variedad de colores de las exóticas. Hasta se desconocía un poco la cantidad de especies de orquídeas terrestres que existen en Misiones, porque en nuestro ideario, en nuestro imaginario, o en nuestro conocimiento social y colectivo, es como que las orquídeas son pensadas que están sobre los árboles, las epífitas. Pero en realidad, entre las orquídeas nativas, el 50 por ciento son terrestres. Y eso fue un conocimiento que se fue cultivando y se fue cultivando en el sentido de ir llamando la atención sobre que teníamos que estudiar eso en condiciones naturales, y por eso un poco el propósito de los cuidadores dice en el segundo artículo que te leí, que es la preservación de orquídeas nativas y de los ecosistemas. ¿Por qué? Porque si nosotros no conocemos cuáles son las necesidades ecológicas que estas especies tienen, en el desconocimiento vamos a estar interviniendo, arrastrando, cambiando esos ecosistemas, y nos vamos a estar perdiendo información valiosísima de las especies nativas, tanto terrestres como epífitas. Entonces, por ahí fue marcándose un cambio a través de los años. En nuestras exposiciones vemos que mucha gente asiste y año a año la gente se acerca más. Este año ya tenemos fecha de la exposición de APO va a ser en septiembre y va a ser la expo número 25 así que siguen los festejos.
Fuente:El Territorio