El Gobierno avanza con una profunda transformación de las Fuerzas Federales de Seguridad


En el marco del proceso de reconstrucción del Estado, el Gobierno Nacional puso en marcha una reforma integral de las Fuerzas Federales de seguridad, con el objetivo de modernizar sus estructuras, profesionalizar al personal y reforzar los mecanismos de control interno. La iniciativa abarca a la Policía Federal Argentina (PFA), la Gendarmería Nacional (GNA), la Prefectura Naval Argentina (PNA), la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y el Servicio Penitenciario Federal (SPF).

La transformación, impulsada por el Ministerio de Seguridad y enmarcada en las disposiciones de la Ley Bases, busca mejorar la eficacia y la transparencia del sistema federal de seguridad frente a los desafíos actuales. Entre los principales ejes de la reforma se destacan la clarificación de funciones, la modernización de los sistemas de gestión, la revisión de los mecanismos de ingreso y formación, y la reasignación estratégica de recursos humanos y materiales. Además, se establece una limitación al uso de servicios remunerativos por parte de terceros, y se fortalece el control interno mediante nuevas estructuras de asuntos internos.

Cada una de las fuerzas experimentará cambios específicos. En el caso de la PSA, se refuerza su rol como fuerza especializada en seguridad aeroportuaria y se le habilita a intervenir en la seguridad del transporte en general. Se incorpora un Subdirector Nacional, se crea un nuevo escalafón técnico-profesional, se actualiza el régimen disciplinario y se mejora la formación de cadetes.

En la Gendarmería Nacional, se reafirma su carácter civil, eliminando referencias al Ejército y al Ministerio de Defensa. Se introducen modificaciones en su estructura y régimen de personal, y se jerarquiza el control interno para preservar la integridad institucional.

Por su parte, la Prefectura Naval Argentina actualiza su marco legal para consolidarse como una Fuerza Federal de Seguridad autónoma de la Armada. Se le asignan nuevas responsabilidades en áreas marítimas, fluviales y portuarias, y se integran funciones como el control pesquero, la lucha contra la contaminación y la administración del Sistema Guardacostas. También se moderniza su régimen de carrera y se eliminan competencias que habían quedado obsoletas.

El Servicio Penitenciario Federal, que ahora depende del Ministerio de Seguridad, se incorpora plenamente al sistema federal. La reforma reemplaza normativas vigentes desde hace más de medio siglo, establece un nuevo Estatuto y crea direcciones clave en materia de seguridad, tecnología, personal y bienestar. Se profesionaliza la carrera penitenciaria y se fortalece el rol del SPF en la producción de inteligencia penitenciaria, fundamental para el combate al crimen organizado dentro de los establecimientos de detención.

Con estos cambios, el Gobierno Nacional apunta a construir un sistema de seguridad más moderno, profesional y transparente, adaptado a las exigencias del siglo XXI y orientado a proteger de manera más eficaz a la ciudadanía en todo el territorio argentino.