El servicio estuvo interrumpido en sus tres ramales y se evacuó toda la terminal cabecera. La amenaza resultó falsa, pero generó caos y largas demoras para miles de pasajeros.
La estación Retiro del tren Mitre retomó este lunes por la mañana su actividad habitual, luego de permanecer cerrada durante casi dos horas por una amenaza de bomba que obligó a interrumpir el servicio en todos sus ramales: Tigre, José León Suárez y Bartolomé Mitre.
La medida de seguridad fue activada alrededor de las 7 de la mañana, tras un llamado al 911 en el que se alertaba sobre un posible artefacto explosivo dentro de la estación. De inmediato, se ordenó la evacuación total del edificio y se suspendieron las operaciones ferroviarias, lo que afectó a miles de usuarios que se dirigían hacia la Ciudad de Buenos Aires o salían desde ella rumbo a la zona norte del conurbano.
Según confirmaron fuentes policiales, la denuncia se originó a partir de un mensaje recibido por una empleada de una panadería ubicada en la estación Bartolomé Mitre, quien reportó un llamado telefónico con amenazas. “Las empleadas recibieron un llamado de que hay una amenaza de bomba. No sé si es real o si nos están haciendo el cuento del tío”, se escucha decir a una mujer en un audio que acompañó la denuncia. Sin embargo, en declaraciones posteriores a Radio Mitre, las trabajadoras aseguraron que nunca recibieron amenazas directas.
Ante el aviso, se desplegó un importante operativo en la zona, con participación de efectivos de la Policía de la Ciudad, la Brigada de Explosivos de la Policía Federal Argentina y personal de seguridad ferroviaria. Tras un exhaustivo rastrillaje, no se hallaron explosivos y se descartó la veracidad de la amenaza, por lo que el servicio fue reestablecido cerca de las 9.
Durante las horas de suspensión, el panorama fue de gran incertidumbre y malestar entre los pasajeros. “No sabemos nada, estoy esperando desde las 7.30”, relató una mujer a TN desde la avenida Ramos Mejía, mientras que otra usuaria expresó su indignación en diálogo con Crónica TV: “Me fui a tomar el colectivo 130, pero hay diez cuadras de cola. Ya no me sorprende nada, siempre paga el trabajador”.
Las paradas de colectivos y alrededores de la estación se vieron colapsadas por largas filas y aglomeraciones. La interrupción no solo demoró la llegada de trabajadores, sino que también impactó en la frecuencia de otros medios de transporte, ya de por sí saturados en horas pico.
Amenazas reiteradas
Este hecho se suma a una serie de amenazas recientes que generaron preocupación en el sistema ferroviario. En junio, una llamada anónima alertó sobre la supuesta colocación de 17 artefactos para provocar descarrilamientos en estaciones clave de la línea Roca, como Constitución, Lanús, Lomas de Zamora y Temperley.
En esa ocasión, un hombre que se identificó como “Brian”, integrante del autodenominado “Movimiento Obrero”, aseguró que los dispositivos causarían un daño mayor al de la tragedia de Once en 2012. Una semana antes, se había registrado otra amenaza vinculada al fallo judicial sobre la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, con mensajes intimidatorios dirigidos a las estaciones José Mármol y Dante Ardigó, también de la línea Roca.
Estos episodios han obligado a reforzar los protocolos de seguridad en las terminales ferroviarias y han generado una creciente preocupación entre los usuarios habituales del servicio de trenes.
Aunque la amenaza de este lunes fue desestimada, el impacto en la rutina de los pasajeros fue inmediato y dejó en evidencia, una vez más, la fragilidad del sistema frente a situaciones de emergencia.