En su habitual espacio de los miércoles en Radio Tupambaé, monseñor Juan Rubén Martínez ofreció una reflexión sobre el sostenimiento de la Iglesia, destacando su dependencia de la solidaridad comunitaria y la necesidad de contar con diversos servicios para su funcionamiento. Durante su exposición, abordó también otros asuntos clave para la vida diocesana.
Entre los temas tratados, resaltó la Fiesta Patronal de Apóstoles, celebrada en el marco de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, que coincidió con el Día del Papa. En esta ocasión, se elevó una oración por el Papa León XIV. Además, anunció la entronización de las reliquias de San Roque González en la Catedral de Posadas, un evento histórico para la ciudad. También explicó la situación económica actual de la Iglesia, destacó el impacto del crecimiento poblacional en Misiones y compartió detalles de su participación en espacios educativos, tanto a nivel local como nacional.
Para comenzar, el obispo de la diócesis de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, destacó que la Fiesta Patronal en honor a San Pedro y San Pablo, celebrada en Apóstoles, estuvo especialmente dedicada a la oración por el Papa León XIV, ya que coincidió con el Día del Papa. En este contexto, Mons. Martínez compartió cómo vivió el proceso de elección del actual Sumo Pontífice, junto a otros obispos argentinos, mientras participaban en la Asamblea de la Conferencia Episcopal. Durante ese encuentro, recibieron la noticia de la designación del cardenal agustino Robert Francis Prevost, de origen estadounidense y con fuertes vínculos con América Latina, especialmente con el Perú.
«Rezamos por el nuevo pontífice porque su misión no es fácil. El mundo está atravesado por la violencia y conflictos bélicos muy complejos. El día de su elección, León XIV saludó pidiendo la paz, y eso es muy significativo», expresó, al tiempo que subrayó la continuidad de la sucesión apostólica en la Iglesia desde San Pedro hasta la actualidad.
Entronización de reliquias de San Roque González en la Catedral
En otro tramo de la entrevista, monseñor Martínez anunció con entusiasmo que este sábado 5 de julio, a las 19 horas, se celebrará una misa en la Catedral San José de Posadas, en la que se entronizarán reliquias de primer grado de San Roque González, fundador de la ciudad en 1615, durante su primera fundación bajo el nombre de Nuestra Señora de la Anunciación de Itapúa. Las reliquias, que se encontraban en el Colegio Santa María y estaban bajo custodia de las religiosas, serán colocadas en un espacio especialmente preparado al costado en la capilla de San José.
«Es una gracia enorme para la ciudad. Son reliquias de parte del corazón del santo. San Roque González fue un mártir y evangelizador de nuestra tierra. Tenerlo cerca es una oportunidad para rezar y pedir por nuestras necesidades», señaló.
El obispo también recordó la devoción que genera San Roque entre los fieles misioneros y cómo, en sus visitas a Asunción, los hermanos le comentaban que allí solían encontrarse con muchos posadeños que viajaban especialmente para venerar al santo en la iglesia Cristo Rey, donde se encuentra su corazón.
Sostenimiento económico de la Iglesia y crecimiento pastoral
Otro de los temas abordados fue el sostenimiento económico de la diócesis. Monseñor Martínez explicó con claridad cómo se financia la vida eclesial, desmintiendo mitos y destacando la importancia de la comunión de bienes. Mencionó que los ingresos provienen de colectas, aportes de colegios, donaciones, alquileres, entre otros recursos, y que cada parroquia gestiona su propio balance, al igual que la Curia y el Seminario.
“Tenemos 35 seminaristas, y eso significa muchos gastos. Gracias a la generosidad de la comunidad, vamos sosteniéndonos, aunque el año pasado tuvimos déficits todos los meses. Aún así, seguimos con nuestro compromiso de presencia en cada barrio, acompañando con alegría y austeridad”, expresó.
También advirtió sobre la necesidad de atender pastoralmente a nuevas zonas debido al crecimiento poblacional en Misiones. “Debemos pensar en nuevas capillas, en acompañar a los barrios que siguen expandiéndose. Ordenamos algunos sacerdotes jóvenes, pero hay necesidades logísticas concretas, como vehículos, para que puedan movilizarse. No es fácil sostener todo esto, pero lo hacemos con compromiso y ayuda mutua”, agregó.
Solidaridad concreta y participación en la educación
Monseñor Martínez recordó experiencias de asistencia social, como la ayuda a familias afectadas por un incendio en el barrio A4, a quienes Cáritas y la diócesis les otorgaron terrenos y viviendas básicas para salir adelante. “No se pregunta si son católicos, se ayuda al que lo necesita”, afirmó.
Finalmente, mencionó su activa participación en espacios educativos a nivel local y nacional, que incluyen reuniones virtuales de la Comisión Episcopal de Educación y encuentros presenciales con el Consejo Administrativo de la Universidad Católica de las Misiones (UCAMI), institución de la que forma parte. “Hay muchos desafíos en la educación argentina, y acompañarlos es parte de nuestra misión como Iglesia”, concluyó.
