El Papa León XIV advirtió sobre los “problemas preocupantes” que acompañan el vertiginoso avance de la inteligencia artificial (IA), especialmente en su vertiente generativa, y exhortó a establecer un marco ético que guíe su desarrollo en beneficio de toda la humanidad. Así lo expresó en un mensaje dirigido a los participantes de la Segunda Conferencia Anual de Roma sobre Inteligencia Artificial, que concluyó este viernes en el Palacio Apostólico del Vaticano.
“La IA, en particular la generativa, ha abierto nuevos horizontes en numerosos campos, desde la investigación médica hasta los descubrimientos científicos, pero también plantea interrogantes inquietantes sobre su impacto en la apertura humana a la verdad y la belleza, y sobre nuestra capacidad única de comprender y procesar la realidad”, sostuvo el pontífice.
León XIV subrayó la importancia de preservar la dimensión ética en el debate sobre estas tecnologías emergentes. “Reconocer y respetar lo característico del ser humano es esencial para cualquier marco ético adecuado que regule la gobernanza de la IA”, afirmó.
En su mensaje, el Santo Padre insistió en la necesidad de “una reflexión seria y un debate continuo sobre la dimensión inherentemente ética de la inteligencia artificial”, teniendo siempre como eje el bienestar integral de la persona humana, “no sólo en términos materiales, sino también en lo intelectual y espiritual”.
El Papa sostuvo que los avances tecnológicos deben evaluarse a la luz de criterios éticos que promuevan la dignidad inviolable de cada ser humano y respeten la diversidad cultural y espiritual de los pueblos. “Junto con su extraordinario potencial para beneficiar a la familia humana, el desarrollo acelerado de la IA también plantea desafíos sobre su uso apropiado para construir una sociedad global más justa y humana”, señaló.
Aunque reconoció que la IA ya ha sido empleada de manera positiva para fomentar una mayor equidad, León XIV alertó sobre sus posibles usos indebidos. “Existe el riesgo de que esta tecnología se utilice con fines egoístas o, aún peor, para alimentar conflictos y agresiones”, advirtió.
Particular preocupación expresó por el impacto que el uso de la IA podría tener en el desarrollo intelectual y neurológico de niños y jóvenes. “Estoy seguro de que todos compartimos la inquietud sobre las consecuencias que esto puede acarrear en su formación. A los jóvenes hay que ayudarlos, no obstaculizarlos, en su camino hacia la madurez y la auténtica responsabilidad”, manifestó.
Finalmente, el Papa destacó la importancia del aprendizaje intergeneracional como herramienta para que las nuevas generaciones “integren la verdad en su vida moral y espiritual”, reafirmando la voluntad de la Iglesia de participar activamente en los debates que “afectan directamente al presente y al futuro de la familia humana”.