Docente misionero vivió un encuentro inolvidable con un yaguareté en la selva: “Me quedé sin respiración”


Sergio Moya, ingeniero electrónico por la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) y doctor en Ciencias por la Universidad Nacional de Mar del Plata, vivió una experiencia única en el Parque Provincial Urugua-í al encontrarse cara a cara con un yaguareté. Su relato, compartido en redes sociales, rápidamente se viralizó, generando miles de reacciones y comentarios que celebran tanto el encuentro como el mensaje de conservación de la biodiversidad.

Docente en la Facultad de Ingeniería de la Unam, con sede en Oberá, y reconocido divulgador ambiental, Moya compartió en su perfil personal: “Hace unos días tuve una experiencia hermosa en la selva, otra más, otro regalo. Ese día nos íbamos a ir a Yabotí, pero decidimos probar una última oportunidad de ver a las Yacutingas en el Parque Provincial Urugua-í. Así que hicimos cambio de planes y fuimos, aunque sea un ratito”.

En su publicación, detalló cómo eligieron sentarse en silencio, esperando que la selva ofreciera alguna sorpresa. “Nos sentamos en un buen lugar, simplemente a esperar y depositar la confianza en que la selva algo nos mostraría. Y así fue que, alrededor de las 15, mientras escuchábamos cantar un Batará Copetón muy cerca nuestro y esperábamos que salga del tacuaral para verlo, lo que en realidad apareció fue otra cosa”, relató.

El momento clave llegó cuando escuchó al Macuquito, un ave de ambientes selváticos, emitir una vocalización nerviosa. “Me hizo girar la vista al arroyo. Vi que a lo lejos venía algo nadando, se movía raro y a simple vista no lograba identificar qué era. Pensé en un pato o una corzuela nadando, pero al levantar la cámara para ver bien, me quedé sin respiración, escribió, describiendo su emoción al descubrir que se trataba de un yaguareté.

“Saqué unas fotos para inmortalizar la escena y me senté en el piso, sin motivo más que ver nadar al rey de la selva en su casa. Al vernos, el yaguareté nadó hacia la orilla del arroyo y salió, desapareciendo en total silencio”, continuó, emocionado.

La publicación también incluyó una reflexión sobre el poder del silencio y la contemplación en la naturaleza: “Estar sentado en la selva, en silencio, con las esperanzas abiertas y dispuestas a todo es, independientemente de que veas algo o no, una experiencia que les recomiendo a cada uno de ustedes. Y bueno, si de repente viene nadando un yaguareté como este, te aseguro que esos segundos se convierten en un capítulo aparte en el libro de tu vida. Gracias selvita, otra vez me regalas tu misterio y belleza”.

Comprometido con la defensa del ambiente, Moya también aprovechó la viralidad del hecho para enviar un mensaje contundente: “Aguanten las áreas naturales protegidas de Misiones. La selva está, la superficie protegida está, las políticas de conservación están y espero que sigan creciendo y estando más aún en el futuro, y si bien hay muchas carencias y dificultades en la conservación, los parques provinciales, nacionales, reservas privadas y corredores son hogar de los principales emblemas de la biodiversidad mundial. Seamos una sociedad consciente de esto, tomémoslo en serio y que nunca nos hagan creer que la selva y las áreas naturales protegidas van en contra del progreso”.

En una entrevista reciente con El Territorio, también destacó el rol de la educación ambiental: “En lugares como Misiones con tanta biodiversidad, con tantos sitios amenazados, con tanto riesgo de que la selva pase a ser, como en nuestros países vecinos, un recuerdo, la educación ambiental es fundamental. Debería ser no sé si obligatoria, pero casi, porque toda persona que vive en Misiones, que crece en Misiones y que después en algún momento puede tomar decisiones que afecten al medioambiente tiene que estar sabiendo dónde vive, cómo es su casa, con quién la comparte para poder hacer cosas de manera responsable. No sólo vinculado a conservar y demás, sino al disfrute, a la vida sana y también a la producción y hasta posibilidades económicas de negocios, de proyectos, producción”.

Fuente: El Territorio