Crecen la Escuela de Ministerios y la de Diaconado en la Diócesis de Posadas: “Formamos hombres para servir a sus comunidades”


En el programa Caminando juntos, que se emite por Radio Tupambaé, fue entrevistado el diácono permanente Gustavo Irala, coordinador de la Escuela de Ministerios “San Esteban, diácono y mártir” y de la Escuela de Diaconado Permanente “San Efrén”, ambas pertenecientes a la Diócesis de Posadas. Durante la charla, Irala compartió detalles sobre el funcionamiento y evolución de esta propuesta formativa, destacando la importancia de formar laicos comprometidos con sus comunidades, a partir del impulso del Concilio Vaticano II y la normativa del Derecho Canónico.

“La Escuela de Ministerios nació en Oberá, donde muchos de nosotros nos formamos. Luego, con la necesidad de fortalecer esta formación en nuestra diócesis, se abrió la sede en Posadas, primero en Garupá, luego en la Quinta de Santa María, y actualmente funciona en la parroquia Inmaculada Concepción, por decisión del Obispo Juan Rubén Martínez”, relató Irala. A su vez, hace más de seis años se creó la Escuela de Diaconado Permanente “San Efrén”, que complementa esta formación con la preparación específica para el ministerio ordenado.

Durante la entrevista, el diácono recordó con emoción las ceremonias de Institución de Lectores y Acólitos celebradas el último fin de semana en la Diócesis de Posadas, en las que se vivió un profundo clima de comunidad y compromiso: “La alegría en los rostros de las familias, el acompañamiento de los párrocos, nos hablan del valor de este camino formativo. La pastoral comienza en la familia y se proyecta a toda la comunidad”.

Tres caminos para ingresar a la Escuela

Irala explicó que existen tres formas de ingreso a la Escuela de Ministerios “San Esteban, diácono y mártir”: haber completado la Escuela de Formación Pastoral, presente en diferentes comunidades; haber cursado estudios en el Instituto de Formación Teológico – Pastoral “Mons. Carmelo Giaquinta”; o mediante recomendación de un párroco, quien, a través de una carta formal, puede proponer candidatos para iniciar la formación.

La Escuela de Ministerios no tiene como fin exclusivo la preparación de futuros diáconos, sino la formación integral de laicos comprometidos con el servicio pastoral. Aquellos que culminan esta etapa, si lo desean y son discernidos por la comunidad y la Iglesia, pueden continuar en la Escuela de Diaconado. “No todos los que ingresan serán ordenados. La ordenación es parte de un proceso de discernimiento, no un derecho automático”, aclaró Irala.

Formación integral y compromiso comunitario

En estos siete años de funcionamiento, Irala destacó avances significativos: “Antes eran pocas las parroquias con personas en formación. Hoy, salvo dos o tres, la mayoría ya cuenta con representantes en la Escuela”. Atribuyó este crecimiento a la confianza de los sacerdotes en el proceso formativo y a la necesidad concreta de fortalecer la vida comunitaria en las parroquias.

Los ministerios del Lectorado y el Acolitado, explicó, son esenciales. El Lector representa la Palabra de Dios, no sólo en su proclamación litúrgica, sino también en la catequesis y formación de otros. El Acólito, por su parte, cumple un rol vital como ministro extraordinario de la comunión, llevando el Cuerpo de Cristo a los enfermos, colaborando con Cáritas y en otras tareas de servicio que trascienden la liturgia.

“Estos ministerios no se reducen a funciones dentro del templo. Son hombres y mujeres preparados para llegar a donde ni los sacerdotes ni los diáconos podemos estar. Son el rostro de una Iglesia sinodal, que camina en comunidad”, expresó el entrevistado.

Diaconado: servicio desde la familia

Actualmente, hay más de 30 diáconos permanentes en servicio en la diócesis, número cercano al de los sacerdotes. Irala enfatizó que el primer ámbito pastoral del diácono es su propia familia. “El hogar es como un poncho que abriga frente al frío de la realidad. Muchos dedican tanto a la comunidad que olvidan ese núcleo vital”, reflexionó.

Además, resaltó el valor de la comunión entre sacerdotes y diáconos: “Debemos mostrarnos como familia eclesial unida. El diácono no está para competir ni reemplazar, sino para complementar y acompañar la misión del sacerdote”.

En cuanto a los requisitos para ingresar al diaconado, Irala subrayó que más allá de la formación intelectual, se busca que el candidato sea ante todo “un hombre de familia, de comunidad y de caridad”.

El testimonio del diácono Irala dejó en claro que estas escuelas son mucho más que espacios académicos: son verdaderos caminos de fe, servicio y transformación comunitaria.

Institución de Lectores y Acólitos para la Diócesis de Posadas

El sábado 31 de mayo y el domingo 1 de junio, en la Parroquia Inmaculada Concepción, 24 hombres fueron instituidos lectores y acólitos. Son estudiantes de la Escuela de Ministerios y la de Diaconado de la Diócesis. La Misa del sábado fue presidida por el Padre Carlos Viera y la del domingo por Mons. Juan Rubén Martínez.

 

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