Sin un anuncio oficial, pero con una presencia evidente, el sacerdote peruano Edgard Iván Rimaycun se ha convertido en el nuevo secretario personal del Papa León XIV. De 36 años, el presbítero fue visto el miércoles asistiendo al pontífice durante una audiencia con representantes de las Iglesias orientales, en lo que se considera su primera aparición pública en este nuevo rol.
El padre Rimaycun fue el encargado de sostener el micrófono y organizar los papeles del discurso que el Papa dirigió a los presentes. Incluso permaneció a su lado durante toda la intervención, en un gesto que confirmó la estrecha confianza entre ambos, forjada muchos años atrás.
Un vínculo forjado en Chiclayo
Nacido en Perú, Edgard Iván Rimaycun ingresó en 2006 al Seminario Mayor de Santo Toribio de Mogrovejo, en la diócesis de Chiclayo. Fue allí donde conoció a quien entonces era el obispo local, Robert Prevost, hoy Papa León XIV. Desde esos años, el vínculo entre ambos se fortaleció al punto de que Prevost lo eligió como colaborador cercano en varias etapas de su ministerio.
Cuando Prevost fue designado cardenal y llamado a Roma para asumir funciones en el Dicasterio para los Obispos y la Pontificia Comisión para América Latina, ambos debieron separarse. En ese momento, Rimaycun le dedicó unas sentidas palabras: «Muchas gracias, monseñor Robert Prevost, por todo, por permitirme trabajar a su lado, pero sobre todo por su amistad y confianza. Mi obispo, mi amigo. ¡Buen viaje y un fuerte abrazo! ¡Oremus ad invicem!», expresó el sacerdote, según recogió la agencia EFE.
Poco después, sería convocado nuevamente por Prevost para continuar colaborando juntos en Roma, ya en tareas más cercanas al nuevo pontífice.
Cercanía y discreción
Aunque todavía no se ha emitido ningún comunicado formal por parte del Vaticano, la presencia constante de Rimaycun desde los primeros días del pontificado ha llamado la atención. Si bien no estuvo presente en el reciente encuentro de León XIV con la prensa en el Aula Pablo VI, esta aparición oficial marca el inicio visible de una nueva etapa de trabajo para el sacerdote peruano.
«Dejé Chiclayo con nostalgia, pero con el consuelo de saber que me espera un amigo con quien seguiré trabajando por el bien de la Iglesia», había expresado Rimaycun tras recibir el llamado para trasladarse a Roma.
Fuente: AICA