En su primer mensaje dominical como pontífice, el Papa León XIV presidió el domingo el rezo del Regina Coeli desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, en una jornada especialmente significativa para la Iglesia: el Domingo del Buen Pastor y la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
“Considero un don de Dios el hecho de que el primer domingo de mi servicio como Obispo de Roma sea el del Buen Pastor”, expresó el Papa al inicio de su reflexión, ante miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro. En ese marco, dirigió un mensaje especial a los jóvenes: “No tengan miedo, acepten la invitación de la Iglesia y de Cristo Señor”.
En sintonía con el llamado del papa Francisco en su mensaje para esta jornada, León XIV invitó a toda la comunidad eclesial a rezar por las vocaciones, “especialmente al sacerdocio y a la vida religiosa”, afirmando con énfasis: “¡La Iglesia los necesita!”
Asimismo, el pontífice destacó dos aspectos fundamentales en el acompañamiento vocacional: que los jóvenes encuentren en las comunidades eclesiales “acogida, escucha, estímulo en su camino vocacional” y que puedan contar “con modelos creíbles de entrega generosa a Dios y a sus hermanos”.
La jornada coincidió también con el Jubileo de las Bandas Musicales y de los Espectáculos Populares, motivo por el cual decenas de agrupaciones musicales se hicieron presentes en Roma. A ellos, el Papa dedicó palabras de gratitud: “Gracias porque, con su música y sus representaciones, alegran la fiesta: la fiesta de Cristo, el Buen Pastor. Sí, es Él quien guía a la Iglesia mediante su Espíritu Santo”.
Fue un domingo cargado de simbolismo y esperanza, en el que el nuevo Papa marcó el tono pastoral y cercano que quiere imprimir a su pontificado.