Argentina y Brasil negocian la flexibilización de aranceles del Mercosur


El gobierno argentino se encuentra en plena negociación con Brasil para avanzar en una ampliación temporal de las excepciones al Arancel Externo Común (AEC) del Mercosur, un paso crucial para enfrentar los desafíos derivados de las nuevas tarifas impuestas por Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump.

Este viernes, el canciller argentino Gerardo Werthein recibirá a sus pares de Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia en el Palacio San Martín, en una reunión destinada a afinar los detalles de una estrategia común que permita flexibilizar los aranceles dentro del bloque regional. La cumbre se produce en un momento clave, dado que las políticas comerciales del gobierno de Trump, que afectan a diversas economías globales, continúan generando inquietudes entre los socios del Mercosur.

Argentina busca sumar más productos a las excepciones

En la actualidad, Argentina mantiene cerca de 100 productos exentos del Arancel Externo Común, y la Casa Rosada busca ampliar esa lista con al menos 50 productos adicionales. Esto responde a las condiciones impuestas por Estados Unidos para avanzar en una negociación sobre la flexibilidad de sus aranceles, en un proceso que se encuentra aún en curso.

Fuentes diplomáticas confirmaron que, luego de la cumbre de cancilleres celebrada a comienzos de abril en Buenos Aires, se logró un consenso preliminar sobre la necesidad de aumentar las excepciones del AEC. Sin embargo, las conversaciones con Brasil, el principal socio comercial de Argentina dentro del Mercosur, han sido complejas, ya que este país ha iniciado una evaluación técnica exhaustiva de los impactos que podrían tener las reformas en sus sectores productivos. A pesar de las diferencias ideológicas entre ambos gobiernos, la administración de Luiz Inácio Lula da Silva ha mostrado disposición a explorar la flexibilización arancelaria.

Tensión interna y mirada sobre Brasil

A pesar de las diferencias políticas internas, en especial con respecto a la relación de Argentina con Estados Unidos, el gobierno de Alberto Fernández se ha volcado con especial énfasis hacia Brasil para obtener el respaldo necesario que permita avanzar en este proceso. A su favor, cuenta con el apoyo de Paraguay, mientras que Uruguay se mantiene en una postura más cautelosa.

“En Brasil, la política exterior responde al poder Ejecutivo, pero también respeta las evaluaciones técnicas de los ministerios implicados en las medidas”, señalaron fuentes cercanas a las negociaciones. Esto refleja la prudencia del gobierno brasileño, que aún no ha dado el visto bueno definitivo a la flexibilización de los aranceles.

Perspectivas a corto y largo plazo

Las negociaciones se enmarcan en una serie de movimientos diplomáticos que anticipan una modernización del Mercosur, que será uno de los temas centrales en la próxima cumbre de líderes del bloque, programada para julio en Buenos Aires. En ese encuentro se espera que se formalice la ampliación de las excepciones arancelarias y se avance en una discusión sobre la modernización de la estructura del Mercosur, un reclamo de larga data de varios de sus miembros.

Al mismo tiempo, la relación de Argentina con Estados Unidos continúa siendo un eje fundamental en las negociaciones. A pesar de que la Casa Rosada ha descartado un acuerdo de libre comercio con Washington, se mantiene abierta la posibilidad de buscar alternativas para flexibilizar las barreras arancelarias, especialmente en sectores clave para la economía nacional.

Uno de los gestos recientes que refuerzan este enfoque fue el viaje de Javier Milei a Paraguay, donde el presidente argentino se reunió con su par Santiago Peña. Esta visita fue interpretada como una señal de continuidad en la política exterior, a pesar de los comentarios previos de Milei sobre la posible salida de Argentina del Mercosur.

Si bien aún no se han detallado los productos específicos que forman parte de las negociaciones con Estados Unidos, los esfuerzos argentinos apuntan a obtener el apoyo de Brasil, cuyo peso político y económico dentro del bloque es crucial para el futuro de las negociaciones y la posible actualización del Mercosur. TN