Andresito se consolida como el principal polo yerbatero de Argentina con el molino más grande del país


Comandante Andresito, una localidad ubicada en el norte de Misiones, ha dado un paso decisivo para consolidarse como el principal centro de producción yerbatera del país. La inauguración de su nuevo molino yerbatero, el más grande de Argentina, marca un hito histórico que no solo refuerza la producción local, sino que también transforma la cadena de valor de la yerba mate, beneficiando principalmente a los pequeños productores y cooperativas de la región.

Un proyecto tecnológico para los productores locales

La nueva infraestructura, construida sobre un predio de cinco hectáreas, tiene la capacidad de procesar y envasar más de 10 millones de kilos de yerba mate por año. Con un sistema automatizado de zarandas, estaciones de almacenamiento para curado natural y acelerado, y líneas de empaquetado de alta velocidad, el molino de Andresito no solo está a la vanguardia en términos de tecnología, sino que también representa una estrategia clave para potenciar a los eslabones más débiles de la cadena yerbatera: los pequeños productores y las cooperativas.

Julio Petterson, presidente de la Asociación Civil de Productores Yerbateros del Norte (ACPYN), destacó que este molino “es una herramienta fundamental que permitirá a los productores elaborar y comercializar sus propios productos, eliminando intermediarios y asegurando un mayor control sobre la calidad y el precio”.

Eliminando la intermediación y empoderando a los productores

Uno de los desafíos más grandes que enfrentan los pequeños productores de yerba mate es la falta de acceso a tecnologías que les permitan industrializar sus productos. Según Petterson, “es prácticamente inviable para un productor pequeño construir una planta como esta debido a los costos elevados”. Sin embargo, con la puesta en marcha de este molino, los productores podrán acceder a servicios de molienda, almacenamiento, clasificación y empaquetado, eliminando la necesidad de vender su producción a intermediarios.

El impacto de esta infraestructura es directo: los productores ganan autonomía, aumentan su rentabilidad y tienen la oportunidad de crear marcas locales que reflejen la identidad de la región. Esto, a su vez, abre nuevas oportunidades económicas para las familias de Misiones, promoviendo el desarrollo local y el fortalecimiento de la economía provincial.

Innovación y valor agregado: un molino de última generación

El molino de Andresito cuenta con maquinaria de última generación que optimiza cada etapa del proceso productivo. Ocho zarandas automáticas clasifican la yerba en diferentes categorías, permitiendo la elaboración de hasta seis tipos distintos de blends. Además, el sistema de estacionamiento permite rotar hasta 15 millones de kilos de yerba al año, con un proceso de curado de entre 8 y 10 meses para la yerba estacionada naturalmente, y de solo 90 días para la yerba curada de manera acelerada.

Cada lote de yerba pasa por tres rigurosos controles de calidad en el laboratorio antes de ser empaquetado y enviado al consumidor final, garantizando así un producto de alta calidad y competitivo en el mercado nacional e internacional.

Un modelo comercial transformador para Misiones

El impacto de este molino no se limita a la mejora en la producción. Para el diputado provincial Juan José Szychowski, este proyecto constituye un “nuevo paradigma de comercialización” para la yerba mate misionera. Las cooperativas y pequeños productores ahora tendrán la capacidad de ofrecer al mercado un producto terminado, bajo su propia marca y con una calidad que les permite competir en el mercado nacional e internacional.

Además de beneficiar a las cooperativas de Andresito, el molino está diseñado para brindar servicios a toda la provincia, lo que impulsa una estrategia integradora y facilita el acceso a nuevos mercados. De esta manera, se prevé un impacto positivo en los precios que reciben los productores, mejorando sus condiciones económicas y proyectando la yerba misionera a nivel global.

Yerba orgánica: el futuro del molino yerbatero

El equipo de ACPYN ya trabaja en la siguiente fase del proyecto: desarrollar un sistema de procesamiento para yerba orgánica. “Queremos seguir agregando valor a la producción local y avanzar hacia el futuro”, afirmó Petterson, quien destacó el entusiasmo de los productores por esta nueva oportunidad.

Con el molino más grande del país en funcionamiento, Andresito no solo se consolida como el centro neurálgico de la producción yerbatera, sino que se erige como un motor de cambio para toda la industria argentina de la yerba mate, abriendo nuevas puertas a la innovación, la competitividad y el desarrollo económico regional.

Este molino no solo es una inversión en infraestructura, sino una apuesta al futuro, que refleja el potencial de la yerba mate argentina para seguir creciendo y conquistando mercados internacionales con un producto de calidad superior. Misiones Online