La capital de Italia se encuentra en un estado de máxima alerta y preparación para el funeral de uno de los pontífices más influyentes de la historia reciente. A tan solo un día de la ceremonia oficial, miles de fieles siguen llegando al Vaticano para rendir su último homenaje al Papa Francisco. Desde la madrugada, largas colas se han formado frente a la basílica de San Pedro, donde los devotos aguardan pacientemente para despedirse del papa, a pesar de las inclemencias climáticas que han acompañado este día de duelo. El Vaticano ha extendido sus horarios para asegurar que todos los peregrinos puedan acceder a la basílica, un gesto que refleja la magnitud del evento y el deseo de permitir que nadie se quede sin la oportunidad de rendir homenaje.
La Plaza de San Pedro y sus alrededores han sido ocupados por los miles de fieles que se han congregado, mientras que el Vaticano y las autoridades italianas intensifican los preparativos para el funeral, que se celebrará el sábado a las 10:00 de la mañana. Se espera que más de 200.000 personas se reúnan en la ciudad para la ceremonia, lo que implica un reto logístico y de seguridad sin precedentes para las autoridades locales.
La preparación de Roma para este evento ha sido calificada como una de las operaciones más complejas en términos de seguridad. El dispositivo desplegado para garantizar el orden y la protección de los asistentes y dignatarios internacionales es de dimensiones colosales. Según el Ministerio del Interior de Italia, ya han confirmado su asistencia más de 180 delegaciones internacionales, entre las que se encuentran 50 jefes de Estado y 10 monarcas, lo que eleva aún más el nivel de seguridad. Miles de agentes de policía, soldados del Ejército y especialistas en seguridad se han desplegado en toda la ciudad, con especial atención en los accesos a la basílica, las calles del cortejo fúnebre y los principales puntos de concentración. Además, se han habilitado zonas de exclusión aérea y marítima, con aviones de combate y unidades navales para vigilar las proximidades de Roma.
El cortejo fúnebre, que recorrerá algunas de las principales arterias de la ciudad, será otro de los momentos históricos de este evento. No se recuerda un funeral papal de esta magnitud en la historia reciente de Roma, tanto por la presencia de dignatarios como por la logística compleja que conlleva el traslado de un Papa de tal relevancia mundial. A las 20:00 horas de este viernes, el ataúd del Papa Francisco será cerrado en una ceremonia solemne presidida por el cardenal camarlengo Kevin Farrel, marcando el final del periodo de homenaje público antes de la ceremonia fúnebre.
El funeral, sin duda, tendrá también un gran impacto geopolítico. Entre los asistentes confirmados se encuentran el presidente de Estados Unidos, Donald Trump; el presidente de Argentina, Javier Milei; el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; y el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky. También estarán presentes autoridades de la Unión Europea, organismos internacionales y líderes de diversas confesiones religiosas, lo que subraya la trascendencia del papa Francisco no solo como líder religioso, sino como figura de influencia global.
El Papa Francisco dejó una huella profunda en la Iglesia Católica y en la política mundial. Su legado será recordado no solo por su cercanía con los fieles, sino por su capacidad para mediar en cuestiones globales de relevancia, desde la paz hasta la justicia social, pasando por los derechos humanos y el medio ambiente. Con su partida, el mundo se prepara para una despedida que no solo marca el fin de un pontificado, sino también el cierre de una era en la historia de la Iglesia.
Este funeral, que trasciende lo religioso, se ha convertido en un evento de significancia histórica, no solo para los católicos, sino para todos aquellos que vieron en Francisco una figura capaz de influir en la política y la sociedad mundial. Infobae