En la noche del 24 de diciembre, durante la Misa de Nochebuena celebrada en la Iglesia Catedral San José de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de la Diócesis de Posadas, ofreció una profunda reflexión sobre el misterio de la Navidad y su significado para la fe cristiana.
En su homilía de Nochebuena, Mons. Martínez, reflexionó sobre el misterio del nacimiento de Jesús, destacando que, aunque esperado como un Mesías poderoso, Dios eligió nacer en la humildad de un pesebre en Belén, rompiendo con las expectativas humanas. Enfatizó que la verdadera fe cristiana se basa en una relación personal con Jesús, cuyo amor incondicional nos llama a compartirlo con los demás, especialmente con los más necesitados. «Un cristiano no puede ser egoísta», afirmó, subrayando que vivir el amor de Dios implica también ser puentes de solidaridad y misericordia hacia los demás, como testimonio auténtico de nuestra fe.
En su homilía, el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, destacó que la celebración de esta noche es el resultado de un largo tiempo de preparación durante el Adviento, y subrayó la importancia del mensaje anunciado por el ángel: «Hoy ha nacido el Salvador». Explicó que, aunque la noticia del nacimiento de Jesús es un misterio profundo, este acontecimiento rompe con las expectativas humanas y muestra el amor incondicional de Dios hacia la humanidad.
Martínez reflexionó sobre la paradoja del nacimiento de Jesús, quien, a pesar de ser el Mesías, no nació en el centro del poder del Imperio Romano ni en la ciudad santa de Jerusalén, sino en un pesebre en Belén, un lugar humilde y apartado. Este gesto, señaló el obispo, revela una de las características fundamentales de la fe cristiana: «Dios se manifiesta en lo pequeño».
Asimismo, monseñor Martínez explicó que la fe cristiana no se basa en doctrinas abstractas, sino en una relación personal con Jesús, quien vino a enseñarnos que el amor de Dios es gratuito y total. «Dios nos ama y ese es el mejor regalo que podemos recibir», expresó.
El obispo también enfatizó la importancia de entender el mensaje de la Navidad en un mundo marcado por el individualismo y la mercantilización de la vida. Para Martínez, el verdadero sentido de la Navidad radica en vivir el amor de Dios y compartirlo con los demás, especialmente con los más necesitados. “Un cristiano no puede ser egoísta. El amor cristiano nos llama a ser puentes hacia los demás», señaló.
Cerrando su mensaje, monseñor Martínez invitó a los fieles a reflexionar sobre la vida de Jesús, quien, a pesar de las dificultades y persecuciones que enfrentó, murió en la cruz para enseñar a la humanidad el verdadero significado del amor. “La vida, aunque a veces difícil, siempre vence. Dios está con nosotros, y su amor nos da esperanza”, concluyó, instando a los presentes a vivir el amor de Dios con misericordia y entrega hacia los demás, como testimonio auténtico de su fe.