El Gobierno liderado por Javier Milei evalúa convocar a sesiones extraordinarias en diciembre, aunque aún no ha definido un temario oficial. En Casa Rosada se barajan varios proyectos de alto impacto político, como la eliminación de las PASO, la privatización de Aerolíneas Argentinas y pliegos judiciales para la Corte Suprema, entre otros. Sin embargo, las negociaciones formales con el Congreso aún no han comenzado, generando impaciencia en los bloques opositores.
Temas en danza y tensiones políticas
El período de sesiones ordinarias concluye mañana, pero el Ejecutivo no tiene un plazo límite para emitir el decreto de convocatoria, que podría llegar en cualquier momento entre diciembre y febrero. Entre los proyectos en evaluación destacan:
- Reforma electoral: La eliminación de las PASO enfrenta resistencias dentro de la oposición y sectores del oficialismo.
- Privatización de Aerolíneas Argentinas: PRO apoya esta medida, pero el peronismo y kirchnerismo la rechazan.
- Pliegos judiciales: Nombres como Ariel Lijo y Manuel García Mansilla dividen a las principales fuerzas políticas.
- Ficha Limpia: Una propuesta libertaria anunciada recientemente que aún carece de consenso interno.
Además, se contempla la inclusión de pliegos para 150 jueces en vacantes judiciales y medidas como el juicio por jurados, aunque su incorporación al decreto se considera improbable por falta de acuerdos.
Impaciencia en la oposición
Desde PRO, liderado por Cristian Ritondo, y Encuentro Federal, de Miguel Pichetto, han manifestado su malestar ante la falta de diálogo formal para consensuar el temario. La caída de las negociaciones por el Presupuesto 2025 ha tensado aún más las relaciones. El Gobierno insiste en que el presupuesto no será utilizado como herramienta de negociación, aunque no descartan revisarlo más adelante.
Estrategias subterráneas
A pesar de la aparente falta de conversaciones formales, fuentes del oficialismo señalan que se están llevando a cabo diálogos informales para sondear apoyos en Diputados. La postura del Ejecutivo es que la definición del temario es una prerrogativa presidencial, lo que ha generado roces con aliados y opositores.
El resultado de estas evaluaciones será clave para determinar cuáles proyectos llegarán finalmente al recinto y marcarán la agenda legislativa de fin de año.