Brasil será sede del VII Congreso Americano Misionero en 2029


En el marco de la ceremonia de clausura del VI Congreso Americano Misionero (CAM6), celebrada el domingo 24 de noviembre en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, se anunció que Brasil será la sede del VII Congreso Americano Misionero (CAM7) en 2029. La noticia fue dada por monseñor Rubén González, obispo de Ponce y presidente de la Conferencia Episcopal de Puerto Rico, quien presidió la misa de cierre del evento.

El anuncio fue respaldado por los directores de las Obras Misionales Pontificias (OMP) de las Américas, quienes votaron por Brasil tras evaluar su propuesta para albergar el evento misionero. Monseñor Ricardo Hoepers, obispo auxiliar de Brasilia y secretario general del Episcopado brasileño, expresó, a través de una carta enviada al comité organizador, el compromiso de Brasil con la misión evangelizadora y su deseo de conmemorar los 50 años de los Congresos Misioneros iniciados en México en 1977, así como los 20 años de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Aparecida.

Brasil, con su rica tradición misionera, especialmente en la región amazónica, recibirá a miles de misioneros para continuar fortaleciendo la evangelización en América Latina y más allá. Monseñor Jaime Spengler, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y de la Conferencia de Obispos de Brasil (CNBB), expresó su “profunda alegría” por la designación de su país como sede y destacó que la Iglesia brasileña está preparada para recibir este evento con el mismo espíritu de acogida que ha recibido en congresos pasados.

Un congreso de esperanza y fraternidad

Durante la misa de clausura, el cardenal Baltazar Porras, delegado del Papa Francisco para el CAM6, instó a los misioneros a regresar a sus comunidades con el firme compromiso de compartir lo aprendido en el Congreso. En su homilía, el purpurado venezolano destacó que el reinado de Cristo se basa en el servicio y la humildad, y alentó a los participantes a vivir con determinación, llevando la esperanza del Evangelio a todas las naciones sin distinción.

El evento, que se desarrolló entre el 19 y el 24 de noviembre, reunió a más de 1.300 misioneros de toda América, quienes se comprometieron a continuar su labor evangelizadora en sus respectivos países. La jornada final fue especialmente significativa para la juventud puertorriqueña, con más de 600 jóvenes participando en la Marcha Nacional de la Juventud, que culminó con la misa de cierre.

El cardenal Porras recordó a los presentes que el Congreso no termina con la despedida, sino que “volvemos a nuestros países y comunidades para transmitir lo que hemos recibido”. En un mensaje de unidad, subrayó la importancia de la cooperación y la solidaridad entre los pueblos, destacando que “si hoy no nos salvamos todos, nadie se salvará”.

El próximo Congreso, que se celebrará en Brasil en 2029, marcará un nuevo hito en la historia de la misión en el continente americano, fortaleciendo el compromiso de la Iglesia con la evangelización y el servicio a los más necesitados en el siglo XXI. AICA