El Papa Francisco condena la guerra en Ucrania como una “catástrofe vergonzosa” y reitera el llamado al diálogo


En el marco de la audiencia general semanal celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco calificó la guerra en Ucrania como una “catástrofe vergonzosa para toda la humanidad” y alertó sobre el riesgo de una amenaza nuclear en el conflicto con Rusia. La ocasión coincidió con los más de mil días desde el inicio de la invasión rusa, una fecha que el Pontífice señaló como un recordatorio trágico de la devastación y las víctimas del enfrentamiento.

“Es una catástrofe vergonzosa para toda la humanidad”, afirmó el Papa al dirigirse a los miles de peregrinos presentes, entre ellos la primera dama ucraniana, Olena Zelenska. Durante su discurso, Francisco apeló a la comunidad internacional a “pedir la paz y trabajar para que las armas dejen paso al diálogo, al encuentro y a la reconciliación”.

Un testimonio de dolor y esperanza

La intervención del Papa estuvo acompañada por la lectura de una emotiva carta enviada por un joven universitario de Ucrania, quien compartió su experiencia personal de sufrimiento y fe en medio de la guerra. “Vivir en una ciudad donde un misil mata y hiere a decenas de civiles, viendo tantas lágrimas, es difícil. Pero doy gracias a Dios porque, a través de este dolor, aprendí a amar más”, expresó el joven, quien pidió recordar no solo los “mil días de sufrimiento”, sino también los “mil días de amor” que han surgido como respuesta a la tragedia.

Encuentro interreligioso por la paz

Previo a la audiencia general, el Papa Francisco sostuvo una reunión con participantes del XII coloquio del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso y el Centro para el Diálogo Interreligioso e Intercultural. Durante el encuentro, el Pontífice destacó la urgencia de superar las divisiones causadas por el odio, las tensiones y los conflictos armados, subrayando la amenaza nuclear como un peligro latente.

“El mundo necesita creyentes que trabajen unidos por el diálogo, la reconciliación y la paz”, afirmó Francisco, haciendo un llamado especial a defender la dignidad, los derechos humanos y la libertad religiosa de todas las comunidades y pueblos.

Un llamado universal

Con su mensaje, el Papa Francisco reiteró su papel como defensor incansable de la paz, exhortando a líderes religiosos y civiles a construir puentes y fomentar el entendimiento mutuo. Su declaración, en un contexto de escalada bélica y desafíos globales, resuena como un recordatorio de la responsabilidad colectiva para alcanzar un mundo más justo y pacífico. AICA