Cada primer jueves de noviembre, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluyendo el ciberacoso, una fecha que busca visibilizar el impacto de estas formas de violencia en los derechos fundamentales de niñas, niños y adolescentes. Este año, la ONG Argentinos por la Educación presentó cifras alarmantes que evidencian la persistencia de actitudes discriminatorias en las escuelas argentinas.
La efeméride, instituida en 2022 por la UNESCO, busca sensibilizar sobre la urgencia de crear entornos educativos seguros e inclusivos, y promueve que los gobiernos se comprometan a transformar el ámbito escolar en un espacio donde cada estudiante pueda desarrollarse sin temor al hostigamiento. En este sentido, la UNESCO hace un llamado a líderes globales para que actúen de manera concreta en la erradicación de la violencia escolar.
Un estudio realizado en 2023 por Argentinos por la Educación analiza cómo los estudiantes y directores de secundaria perciben la convivencia en las aulas. Según el informe, basado en datos del operativo Aprender 2019, más de la mitad de los estudiantes reconocen haber presenciado o experimentado discriminación en el ámbito escolar. Las cifras son contundentes: el 75,4% de los alumnos reporta discriminación por aspectos físicos, el 67,7% menciona discriminación por características personales o familiares –como religión, nacionalidad, género o discapacidad–, y el 54,5% refiere haber sido testigo o víctima de amenazas o agresiones entre compañeros.
Sin embargo, la percepción sobre el ciberacoso es distinta: el 52,8% de los estudiantes afirma no haber experimentado ni observado este tipo de violencia en redes sociales. Estos datos permiten dimensionar cómo la violencia en el entorno escolar sigue siendo una problemática presente y compleja.
La visión de los directores respecto a la gravedad del problema también es reveladora. Solo el 2,8% de ellos considera la convivencia escolar un “problema serio,” mientras que el 17% lo clasifica como un “problema moderado” y el 41,2% lo define como un “problema menor.” Para un 39% de los directores, la convivencia entre estudiantes no es un problema en absoluto.
Pablo Mainer, director de la ONG Hablemos de Bullying, subraya la necesidad de visibilizar la problemática: “Para solucionar este tipo de violencia multicausal, lo primero que hay que hacer es reconocer el problema. Sin embargo, desde las ONG que trabajamos en instituciones educativas vemos una negación frecuente; el problema se minimiza, y muchos docentes y directivos incluso dicen que no existe. Por ello, es fundamental estudiar las percepciones en torno a esta temática.”
Este Día contra el Bullying invita a reflexionar no solo sobre la magnitud de la violencia en las escuelas, sino también sobre el papel crucial de la comunidad educativa en construir espacios de aprendizaje libres de hostigamiento y discriminación.
Argentinos por la Educación