«Esta es una deuda social en Argentina. Buscamos resolver el problema de la pobreza»
En un contexto en el que la educación enfrenta nuevos desafíos y busca adaptarse a los cambios sociales y tecnológicos, Radio Tupa Mbae recibió a dos referentes en el ámbito educativo. El presbítero y licenciado en Ciencias Sagradas y Filosofía, Alberto Bustamante, y el director ejecutivo del Servicio Provincial de Enseñanza Privada de Misiones (SPEPM), licenciado Luis Bogado, compartieron sus reflexiones sobre el rol de la educación en la sociedad actual, las problemáticas emergentes y la necesidad de formación en valores.
El padre Bustamante, quien ha trabajado con el Consejo Superior de Educación Católica (Consudec) y actualmente reside en su provincia natal, fue invitado para participar en una capacitación reciente titulada «El desafío de formar en valores en el contexto educativo actual», organizada en Posadas. Sobre esta experiencia, comentó: “Luis [Bogado] me invitó a compartir un momento de reflexión, precisamente sobre la temática de formación en valores, junto a equipos de conducción de instituciones educativas privadas de la provincia”.
Luis Bogado, por su parte, destacó la relevancia de este tipo de encuentros, explicando que el objetivo es ofrecer herramientas a los líderes educativos para que centren el proceso de enseñanza en los alumnos, docentes y familias, permitiendo así que las instituciones educativas cumplan su rol en tiempos de profundas transformaciones tecnológicas y sociales. “En estos tiempos tan sensibles en Misiones, reflexionar sobre los principios y valores de los idearios educativos es fundamental, especialmente ante los cambios que la tecnología y otros factores están produciendo en la vida cotidiana”, afirmó Bogado.
La escuela como espacio único de convivencia
En la entrevista, Bustamante subrayó el papel único de la escuela como espacio de convivencia continua, donde los niños y jóvenes pasan gran parte de su tiempo y construyen gran parte de su socialización. “La escuela es la única institución donde las personas permanecen conviviendo día a día. Desde los tres hasta los diecisiete años, los estudiantes están en una cotidianeidad de entre cuatro y ocho horas diarias, algo que no ocurre en ningún otro ámbito social o institucional”, explicó. Para él, este contexto convierte a la escuela en un lugar privilegiado para cultivar la humanidad y los valores esenciales que podrían perderse en otros espacios.
Además, Bustamante expresó su preocupación por el impacto de la tecnología en los procesos educativos y en el desarrollo humano, destacando cómo la inmediatez promovida por los dispositivos digitales a menudo socava el pensamiento crítico y los procesos de razonamiento. A pesar de los avances tecnológicos, sostuvo que «la escuela debe enseñar a los estudiantes a discernir y a ubicarse críticamente ante las herramientas tecnológicas, comprendiendo su impacto sin demonizar su uso”.
Desafíos de la pobreza en la educación
Otro de los temas abordados en la entrevista fue el impacto de la pobreza en el desarrollo educativo. Según Bustamante, las condiciones socioeconómicas adversas afectan el potencial de aprendizaje y desarrollo de los estudiantes, especialmente cuando estas limitan el acceso a una alimentación adecuada, afectando incluso su desarrollo neurológico. “El esfuerzo de una sociedad y del Estado para resolver este problema es enorme. La educación es clave para salir adelante, pero también es cierto que exige condiciones de educabilidad. Un niño desnutrido o con problemas afectivos enfrenta grandes dificultades para aprender”, afirmó.
El padre Bustamante hizo un llamado a la corresponsabilidad social, indicando que la escuela, aunque fundamental, no puede responder por sí sola a todos los retos actuales. “La educación necesita el acompañamiento de otros actores, incluyendo el compromiso de la familia y la sociedad. Se requiere una alianza renovada entre la escuela y el hogar, en la que los adultos se involucren y asuman un rol activo en el desarrollo de los estudiantes”.
Para concluir, el Presbítero agradeció la oportunidad de exponer la perspectiva integral de la Iglesia sobre la educación: «La escuela no solo está para transmitir conocimientos, sino también para crear un espacio de reflexión que nos ayude a discernir, en última instancia, qué es la vida, qué es necesario, qué es innecesario y qué es superfluo. Esto no se encuentra en un supermercado».
Finalmente, Luis Bogado se refirió a la intensa actividad en las aulas durante noviembre, mes que marca el cierre administrativo del año escolar en Misiones. Destacó la importancia de la integración y la colaboración entre todos los actores de la comunidad educativa, incluyendo familias, organizaciones civiles y gobiernos locales. Según Bogado, esta articulación es esencial para «garantizar un servicio educativo de calidad, especialmente en un contexto de crisis económica recurrente». Afirmó que el enfoque debe estar en mantener a los estudiantes y docentes en las escuelas, aprovechando los avances tecnológicos y priorizando el desarrollo humano en el proceso educativo. Resaltó el entusiasmo y el esfuerzo colectivo de los docentes, directivos y familias para fortalecer la educación en la provincia en este periodo lectivo que culmina a mediados de diciembre.